El Programa de Transporte Escolar Obligatorio, “está afectando seriamente a las familias. No podrán pagar de 800 a mil 500 pesos que es lo que están pidiendo con este transporte”, comentó Consuelo Mendoza García, presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia.
El problema radica en que si un colegio no implementa el programa porque los padres no pueden pagar las cuotas, es la escuela quien resulta afectada.
La primera fase entró en vigor en agosto de 2009 en primarias y secundarias con más de mil 240 alumnos, para la segunda etapa, que inicia en este ciclo escolar, los colegios con más de 940 estudiantes son los que están obligados. Debido a las excepciones que marca el programa, ninguna escuela pública entra dentro de este proyecto.
“Si el 85 por ciento o más de los alumnos llegan caminando, o en transporte público o en transporte no contaminante, el colegio en su totalidad queda exento del programa. Y lo que está ocurriendo es que los colegios públicos tienen esta condición, por lo general los alumnos o viven en los alrededores del colegio o llegan en transporte público”, expresó Víctor Hugo Páramo, director de Gestión de la Calidad del Aire de la Secretaría del Medio Ambiente.
“En concreto de la fase uno, por ejemplo, tenemos una estimación de una reducción de tres mil 900 toneladas por año de contaminantes. Las reducciones van desde un 87 por ciento en el monóxido de carbono que es el principal contaminante que emiten los automóviles, el 68 por ciento de las partículas, el 48 por ciento de hidrocarburos y esto que es muy importante un 84 por ciento de Co2, o sea de gases de efecto invernadero”, concluyó Víctor Hugo Páramo.