La pandemia por COVID-19 trajo consigo diversas restricciones en el transporte de carga, lo que obligó a que muchos camiones estuvieran parados durante mayo; en junio, con el regreso a las actividades de manera paulatina en sectores considerados esenciales, el sector comenzó a registrar algunas mejoras en sus movimientos, no así para el transporte refrigerado.
Así lo señaló Enrique Muñoz, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) durante el panel digital Transporte y Cadena de Frío: Retos actuales y visión del futuro, organizado por Carrier Transicold y Alianza Flotillera.
Dijo que al mover productos básicos de consumo, se pensaba que la división de refrigerados y congelados se iba a encontrar al 100%, “sólo se ha mantenido al 87% de su capacidad, el resto disminuyó su actividad y demanda de producto”.
De acuerdo con el representante del sector transportista, la industria hotelera es una de las más afectadas y debido a que tendrá más tiempo sin actividad, han dejado de consumir los productos que anteriormente adquirían, al igual que los restaurantes, quienes han visto afectadas sus operaciones, impactando en consecuencia en el transporte de refrigerados y congelados.
Por este motivo, destacó que hoy más que nunca, las empresas enfrentan desafíos que deben atender, como es el caso del tiempo de traslado y la necesidad de cumplir con la temperatura adecuada.
“Es importante conocer los retos que vamos a tener en los siguientes meses, se necesita un amplio nivel de profesionalismo para llevar en tiempo y forma los productos que requieren los clientes”, agregó Enrique Muñoz.
Desafíos del transporte refrigerado
Al hablar de los retos logísticos que enfrenta este sector, Debbie Corado, directora regional de Cold Chain Alliance, refirió que desde la segunda semana de marzo se dejó en claro cuáles serían los desafíos causados por la pandemia por COVID-19 en la cadena de frío, lo que nos llevará a aprender diferentes lecciones de esta crisis sanitaria y económica.
“Las empresas presentaron un impacto y una demanda excesiva a medida que se fue ordenando a las personas quedarse en casa, el mayor desafío fue la interrupción en el flujo de productos, lo que originó que las empresas proveedoras y de servicios logísticos como almacenamiento y transporte tuvieran una fuerte presión para satisfacer el repentino aumento de la demanda”, afirmó.
A lo cual hay que sumarle que las empresas tuvieron que implementar medidas de sanitización y cuidados para evitar los contagios por coronavirus.
De acuerdo con una encuesta realizada por el organismo que representa, a nivel global el impacto financiero reflejó una contracción de 15% en la facturación de marzo y abril, mientras que en países de Latinoamérica es de hasta 25%.
Explicó que, las empresas consideran una recuperación lenta en los siguientes seis meses, debido a que aún contemplan una disminución de sus ingresos de entre 6 y 15%.
Por este motivo, expresó que para hacer frente a los desafíos y mantener el funcionamiento operativo de las empresas, éstas deberán modificar sus procesos y estándares de operaciones, implementar protocolos con proveedores externos, como es el servicio de transporte, así como la necesidad de implementar nuevos negocios.
“Podemos ver un cambio importante en el crecimiento del e-commerce y esto se debe a un cambio en los hábitos alimenticios, lo que obliga a tener una vida de anaquel más extensa, hacer uso de las tecnologías y, aumentar los servicios tercerizados a fin de que los fabricantes sólo se encarguen de las líneas de producción y el empaque de sus productos”, precisó Debbie Corado.
En su intervención, Ramón Medrano, director general de Frío Express, refirió que por su importancia, el transporte de alimentos no puede parar, lo que ha obligado a las empresas agregar políticas y medidas para garantizar la calidad de los alimentos.
“Hemos aprovechado estos meses para reforzar la capacitación y el programa de renovación de unidades, además de `apretarnos el cinturón´ y aprender que se puede ser muy productivo también en casa”, resaltó.
Con él coincidió Alejandro Salas, director general de Transcooler, quien comentó que ante el COVID-19 la firma se ha enfocado en sumar protocolos de sanidad con el objetivo de que el operador esté bien y que el producto llegue al cliente final en excelentes condiciones.
Finalmente, Jesús Estrada, director general de Carrier Transicold, compartió que derivado de la pandemia, la última milla será uno de los sectores de mayor crecimiento. Sin embargo, existen puntos de riesgo que deben atender las empresas transportistas para no perder la carga y evitar otros daños.
Hay puntos de riesgos que si no se atienden, pueden causar desde la perdida total del producto, hasta el cambio en la integridad del producto, cambio en la textura, color, humedad y una disminución en la vida de anaquel de los productos.