La llamada electromovilidad y la implementación de energías alternativas para lograr una logística urbana de cero emisiones son una realidad en México; sin embargo hay una serie de retos que deben ser superados tanto por empresas como por autoridades, coincidieron especialistas.
La Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) actualmente trabaja en programas piloto que tienen que ver con el uso de vehículos eléctricos, en el que varias empresas están involucradas, de acuerdo con Leonardo Gómez, director general de la agrupación que tiene entre sus socios empresas como Pepsico, Grupo Bimbo, Grupo Modelo y Cemex.
“No hay un vehículo especifico que puede atender las necesidades de todos, sin embargo ya hay programas piloto dentro de ANTP de diferentes empresas para atender el tema de la electromovilidad, en todo ello es importante la renovación del parque vehicular”, dijo Gómez en un panel organizado por WRI México.
En México, no obstante, hay temas que resolver para que estas tecnologías puedan hacerse una realidad a gran escala.
Para Angélica Bucio, directora de comunicación, asuntos públicos y relaciones institucionales de la ANPACT, es primordial alinear objetivos entre el sector público y privado, a fin de brindar incentivos a la inversión en el transporte, mismos que a la larga se traducen en beneficios para todas las aristas de la sociedad.
“Si no hay inversión, no habrá entregas verdes y no habrá un transporte de carga sustentable”, señaló la directiva de la asociación que agrupa a las firmas armadoras de vehículos pesados en México, al tiempo que destacó que incluso en México ya se tiene la capacidad para producir estas nuevas tecnologías.
Bucio señaló que los acuerdos que pueden impulsarse entre sector público y privado en favor de un transporte más verde son programas de profesionalización y renovación vehicular, financiamiento para pequeños empresarios e incentivos para vehículos híbridos y eléctricos, tal como ocurre en otras partes del mundo.