Las unidades de energías alternas avanzan a paso lento en el mundo del transporte de carga. En los últimos tres años las motorizaciones a gas y eléctricas han tenido un crecimiento mínimo, según se detalla en la Estadística Básica del Autotransporte que realiza la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
De acuerdo con el análisis de la dependencia, mientras que las unidades de carga con motorización a diésel crecieron en los últimos tres años 13.7% al pasar de las 396 mil 712 unidades que había en 2016 a las 451 mil 175 unidades registradas en 2018, las unidades a gas solo registraron un ascenso de 5%.
La SCT informa que al cierre de 2018 había en nuestro país mil 976 unidades a gas en el transporte de carga, es decir 99 más que las que había en 2016, cuando se registraron mil 877 unidades. En tanto que las unidades eléctricas en 2016 había una unidad de este tipo en el país,al cierre del año pasado solo se tiene el registro de dos vehículos de este tipo.
En lo que respecta al transporte de pasajeros la adopción de unidades con motorizaciones de energías alternas, incluso decreció. De acuerdo con la dependencia en 2018 había 93 autobuses a gas natural, para 2018 sólo se registraron 91. Mientras que de autobuses híbridos solo se tiene el registro de 22 unidades al cierre del año pasado.
Asociaciones y transportistas del sector han indicado que adquirir este tipo de unidades es más costoso, además de la falta incentivos del los diferentes niveles de gobierno para impulsar el uso de vehículos con energías alternativas y de infraestructura para que estos puedan operar.