Cada día, la videovigilancia se vuelve más común; la podemos encontrar en escuelas, calles, negocios, casas, y ahora ya es también una realidad en el autotransporte, brindando seguridad a los usuarios, además de resolver situaciones que podrían quedar en la impunidad como asaltos o agresiones.
Cabe destacar que el desarrollo en tecnologías de Grabado Digital de Video (DVRS, por sus siglas en inglés), ha permitido que al tener un disco duro y un microsistema de procesador se mantenga el control de las imágenes en un formato similar a la televisión.
Incluso, para su instalación en unidades de transporte, ya sea de pasajeros o carga, el desarrollo ha ido más lejos, con el diseño de cámaras que soportan sin problema las vibraciones de los trayectos, y que también son soportadas por materiales que hacen imposible su destrucción por vandalismo o golpes.
Casos recientes
En nuestro país, diversas entidades federativas han implementado dentro del servicio de transporte público el uso de cámaras de vigilancia, uno de los casos más recientes es el estado de San Luis Potosí, en el que actualmente el 95 por ciento de las unidades de transporte urbano de la zona metropolitana cuenta con dicho sistema.
Por el lado gubernamental, su incorporación igualmente ya es una realidad, ya que se busca la seguridad y la prevención de siniestros, a la par de apoyar el control y administración de las unidades para asegurar su correcto funcionamiento y así reducir costos operacionales.
Por ejemplo, en la Ciudad de México, la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), en el último año ha renovado su flotilla con unidades de alta tecnología, las cuales incluyen el sistema de cámaras de videovigilancia conectadas al Centro de Comando, Computo Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la capital mexicana, mejor conocido como C4.
El objetivo de la RTP, es proporcionar a los pasajeros la seguridad necesaria, ya que cuenta con un botón de pánico conectado a las dependencias de Seguridad Pública.
Asimismo, los dispositivos para el registro de las incidencias en el camino están diseñados para almacenar una gran cantidad de horas, al mismo tiempo de poder enviar las imágenes a computadoras fuera de la unidad, siendo así que el análisis de los datos recabados reside en quien los recibe, lo que a veces supera la capacidad de un individuo.
“Las cámaras se deben monitorear, para detectar lo que pasó. Hoy el día la seguridad se trata de ser proactiva y no reactiva”, señaló Jacob Lisbona, director de operaciones de Directed, empresa dedicada a la manufactura e instalación de equipos de videovigilancia.
Desarrollos
Uno de los desarrolladores de estos sistemas, es Axis Communications, quien por más de una década se ha dedicado a ofrecer soluciones de videovigilancia acorde a los vehículos de transporte de personal y de carga. Ha desarrollado equipos pequeños sumamente resistentes a las inclemencias del camino, como las vibraciones, los cambios bruscos de temperatura, humedad o vandalismo.
“Nuestras cámaras tienen la capacidad de ver a contra luz, además de tener la posibilidad de alimentarse con energía eléctrica, almacenar grandes cantidades de información dentro de la misma unidad para que los datos sean transmitidos o descargados por cualquier tipo de infraestructura disponible”, indicó Manuel Zamudio, gerente de cuentas nacionales de AXIS Communications.
Agregó que la gama de implementaciones que pueden tener dichos sistemas, es extensa; un ejemplo, es en el transporte de pasajeros, en el que el operador puede estar enterado de lo que sucede el interior del autobús y la empresa propietaria puede verificar si el vehículo estuvo en ruta, cuántos usuarios abordaron o descendieron.
“Incluso, su instalación en el exterior de la unidad, ayuda a las autoridades para estar leyendo las matrículas de los carros que están adelante o atrás; si sube alguna persona específica para a hacer investigaciones, digamos tipo forense, después de que haya sucedido algún siniestro”, apuntó Zamudio.
El directivo hizo hincapié en que uno de los mayores beneficios que tienen estos equipos, es que no se requiere de un costo de mantenimiento físico, únicamente la limpieza, “en este caso, AXIS garantiza su funcionalidad en un periodo de tres a cinco años”.
En este punto, explicó: “es necesario cuidar los conectores, los cables, el sistema de respaldo de energía eléctrico, en general el mantenimiento físico de toda la instalación, y eso puede tener diferentes costos, que también depende de la eficiencia de la instalación inicial y del tipo de rutas o el tipo de actividades que desempeñe la unidad de transporte”.
Añadió que los servicios que ofrece AXIS se adaptan a las necesidades de cada cliente, por lo que sus costos varían según las peticiones, pero en promedio, el equipo y su instalación oscila entre los 500 y mil dólares, aproximadamente, “aunque hay diversos tipos de soluciones”.
Soluciones estratégicas
Adicional a la instalación de cámaras de vigilancia, existen soluciones estratégicas como las que ofrecen empresas como Verifid, dedicada a recabar las horas de video y, según las necesidades del cliente, marcar los puntos importantes en las grabaciones.
“Nosotros lo que hacemos es, según lo que pide el cliente, ya sean accidentes, operación o siniestros, analizamos las imágenes.
“Supongamos que tenemos una flota de 10 camiones con 40 horas de grabación cada una, sería una labor titánica para el encargado revisar todo ese tiempo, por eso nosotros sintetizamos la grabación y dejamos sólo la que el cliente solicita a un clikc de distancia”, aseguró Antonio Ramos, director general de la firma.
Ambos directivos, coincidieron en que el tema de las cámaras de vigilancia a bordo de las unidades de transporte ha cambiado la forma de operar de las empresas dedicadas a trasladar pasajeros o carga, ya que la seguridad pasó de ser un lujo a una necesidad normal, pues se busca que las grabaciones sirvan no sólo como un testigo de los incidentes, que sean un factor de prevención.