Por David Aguilar, enviado
Playa del Carmen, Q. Roo. – El costo de la inseguridad para el sector de autotransporte de carga es de $92 mil millones de pesos anuales, de acuerdo con un reporte presentado por Refugio Muñóz López, presidente de la Comisión de Seguridad y Prevención del Delito de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
“¿Cuántas cosas no podríamos hacer con todo ese dinero? Desafortunadamente hoy lo estamos gastando, tanto el sector público como empresas, en medidas de seguridad y cuyo costo no agrega valor a la cadena económica”, dijo el directivo gremial.
Durante su participación en la XVIII Foro Nacional de Transporte de Mercancías, organizado por la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP), hizo un llamado a acciones conjuntas y no aisladas para poder combatir la delincuencia en carreteras, que año con año no sólo aumenta la incidencia sino también el grado de violencia que se tiene contra los operadores.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), -Enrique González Muñóz, expresó su preocupación en cómo es visto el tema por parte de las autoridades, tanto del nivel municipal, como estatal y federal, “como algo que sólo sucede en ciertas zonas del país”.
Cifras y mapas mostrados a una audiencia compuesta de empresarios autotransportistas dejó en claro cuáles son las carreteras más peligrosas para circular en el país: estado de México, Puebla, Michoacán, Tlaxcal y Jalisco. Por cierto, estas entidades también reportan altas cifras en robo de combustibles por parte del crimen organizado.
“No es un problema de un estado o de una sola carretera, es un problema que nos está afectando a todos, es un problema nacional. Este no es sólo un problema de sector, es un problema que afecta a toda la economía nacional. Los costos de seguridad terminarán encareciendo productos y servicios”, advirtió.
Ambos ejecutivos coincidieron en señalar la escalada de violencia que ahora acompaña al robo en camiones y tractocamiones. Lo más robado son alimentos y bebidas así como el combustible. Más y más unidades están siendo robadas y vendidas en partes en el mercado negro. “Pero lo más lamentable es que esta situación ya ha costado vidas de operadores”, concluyó Muñóz González.