| El seguro de las flotillas |
 En México, las compañías de seguros se preocupan y ocupan de reducir las pérdidas de las empresas al transportar sus mercancías. En ambas acciones se enfrentan a un problema añejo, creciente, fuera de control, al parecer también para las autoridades encargadas de garantizar la seguridad, este es la “industria” del robo y “comercialización” de mercancías robadas y hasta de las unidades que las transportan |
Así, la realidad obliga desde hace algunos años, más aún a partir de la crisis de 1995 a la aplicación generalizada de la política de compartir pérdidas.
La autoridad no consigue disminuir los asaltos en vialidades urbanas y carreteras, los asegurados requieren más protección contra ese riesgo y las compañías a su vez, no pueden darse el lujo de respaldar empresas que provocarán pérdidas, no sólo para ellas, sino para sus clientes que con primas más altas, comparte el incremento de la siniestralidad.
Es por ello, que las compañías aseguradoras desconfían del sector transporte, por lo que para realizar un contrato u otorgar las pólizas exigen muchos requisitos, lo que resulta muy costoso para los empresarios u hombre-camión.
Los excesivos requisitos que piden las aseguradoras para que los transportistas tengan un seguro se ha convertido en un factor determinante, por ello, el 80 por ciento del parque vehicular de carga no cuenta con esa protección.
Para que pueda asegurarse una unidad, se analizan las siguientes variables: modelo y antigüedad del vehículo; siniestralidad de los últimos cinco años; tipo de mercancía que transporta; carretera utilizada (peaje o libre); tiempo de viaje; destino y origen, así como el tiempo de permanencia del producto en el camión.
Además se les pide el histórico de siniestralidad, para ver la fecha de cada siniestro, el tipo de éste, cuánto se perdió y por qué causa.
Cuando se trata de unidades que trasladan materiales peligrosos, éstos deben dejar una fianza y contar con un seguro ecológico. En estos casos puede costar hasta 1.4 millones de pesos asegurar una unidad.
En el mercado, existen básicamente dos tipos de seguros: anuales y por embarque específico, este último son los más socorridos por el hombre-camión.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, A.C. (AMIS), en 1985 cuando se dispararon los robos al autotransporte, el grado de siniestralidad alcanzó 256 por ciento. Esto es, por cada peso que se aseguraba se pagaban 2 pesos con 56 centavos para siniestros.
Como las aseguradoras cubrían todos los gastos del siniestro, las empresas no se esforzaban por introducir medidas de seguridad, fue entonces que decidieron incrementar los costos del seguro y aplicar un deducible.
Con ello, lograron bajar la siniestralidad al 60 por ciento, es decir, que por cada peso asegurado, 60 centavos se van al siniestro.
El hombre-camión desprotegido
De las 30 compañías de seguros que trabajan con transportistas, 27 cubren la parte de daños. Estas tienen 80 mil pólizas contratadas, especialmente con empresas grandes.
Según la AMIS, al hombre-camión le cuesta mucho trabajo tomar un seguro porque él, básicamente sobrevive con base en costos muy bajos. Si cobran poco es difícil que saquen gastos de mantenimiento, utilidades y el seguro.
Las mercancías más robadas son los abarrotes con 23 por ciento; la ropa con 11 por ciento; aparatos electrónicos con 10 por ciento y refacciones de automóviles con 5 por ciento.
Estos productos se pueden comercializar fácilmente en la economía informal. Se ha detectado que roban un camión por la mañana y a medio día ya se está comercializando esa mercancía en los mercados públicos.
Por su parte, la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señala que ante lo costoso de una prima, muchos empresarios se autoaseguran dependiendo del tipo de mercancías.
Analizan si el producto tiene una alta comercialización en el mercado negro, si la tiene, toman medidas adicionales además del seguro.
Las medidas de seguridad que exigen los seguros, informó la ANTP, representan dependiendo del producto, desde el 5 hasta el 10 por ciento de sus costos de operación.
Más información en Alianza Flotillera 84 mayo de 2005