A la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) le parece una verdadera irresponsabilidad culpar a los conductores de todos los accidentes que se presentan en las carreteras federales, sobre todo cuando tal afirmación proviene de organizaciones que, como la Asociación Nacional de Transporte Privada (ANTP), dicen representar a empresas que se autodenominan con “responsabilidad social”.
Por ello, convoca a dichas Organizaciones, al Gobierno Federal y a los Legisladores a emprender, en lo inmediato, acciones que contribuyan de manera importante a garantizar la seguridad de los usuarios de las carreteras para prevenir accidentes tan lamentables como los que se han presentado en las últimas semanas.
Culpar solo al conductor, al estado físico de las carreteras y a las condiciones mecánicas de los vehículos, es evadir la gran responsabilidad que ellos tienen al promover el sobrepeso en los camiones más allá de la capacidad de diseño de los mismos y sin considerar el estado real de nuestra infraestructura carretera. Todo con la intención de subsidiar el costo de los fletes y trasladarlo a toda la sociedad, bajo el falso argumento de que “cargar más toneladas en los camiones es sinónimo de competitividad”. Si la competitividad de un país se midiera por la cantidad de toneladas que se transportan en un camión, México sería el campeón de la competitividad a nivel internacional.
Solo en México se trasladan 80 toneladas de peso bruto vehicular en una sola configuración como si no existiera otro modo de transporte alternativo, como el ferrocarril, cuya vocación es, precisamente, mover productos de gran peso y poco valor agregado.
Canacar invita a no desviar la atención y a resolver el problema de fondo. El sobrepeso desgasta más aceleradamente a las unidades de transporte y deteriora más rápidamente la infraestructura de las carreteras y las ciudades. Los únicos beneficiarios de ello son las organizaciones que se dicen representar los intereses de los grandes usuarios que, como la ANTP, con ello “justifican su existencia”. Por tal motivo, respaldamos totalmente las acciones inmediatas anunciadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que en lo inmediato, contribuirán a mejorar la seguridad en las carreteras:
1. Nos congratulamos de que se reinicien los trabajos para la evaluación de la Norma Oficial Mexicana sobre Peso y Dimensiones y, con el objeto de evitar que nuevamente se anteponga el interés particular de los grandes usuarios, invitamos a sus representantes a aceptar y sujetarse al dictamen que emitan tanto el Instituto Politécnico Nacional como la Universidad Nacional Autónoma de México, instituciones de prestigio que, bajo criterios estrictamente técnicos, habrán de definir los pesos brutos vehiculares máximos con los que deben circular los vehículos de carga para garantizar la seguridad de los usuarios y mantener en condiciones de funcionamiento adecuado, tanto los camiones como la infraestructura.
2. Avalamos la inmediata suspensión del Artículo Segundo Transitorio de la Norma de Peso y Dimensiones, toda vez que no existe ningún fundamento para autorizar a las configuraciones doblemente articuladas una carga adicional de 4.5 toneladas, lo que ha contribuido a la proliferación de esta configuración.
3. Además de la reducción del sobrepeso, es importante garantizar que las unidades circulen con las condiciones físico mecánicas adecuadas. Por ello apoyamos la decisión de hacer obligatoria la verificación del cumplimiento de esta norma para todos los vehículos, tanto de servicio público como privado, que circulan por las carreteras.
4. Los pesos y dimensiones con los que circulan los camiones por las carreteras, deben definirse en función del tipo de camino para garantizar la seguridad. Los permisos de conectividad deben administrarse, de tal forma que no se utilicen para evadir lo dispuesto en la Norma de Peso y Dimensiones, por eso avalamos que hasta en tanto no concluya la evaluación de la norma, se otorguen para recorrer hasta 25 kilómetros en caminos tipo “C” y “D”, para las configuraciones doblemente articuladas, con un peso máximo de 66.5 toneladas, siempre y cuando desde luego, cuentan con el respectivo certificado de las condiciones físico mecánicas.
5. En materia de supervisión las labores de la autoridad, tanto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como de la Policía Federal son fundamentales para garantizar el cumplimiento de las disposiciones establecidas en el Reglamento y la Norma de Peso y Dimensiones. Por ello, apoyamos la ampliación de la capacidad, tanto de personal como de infraestructura anunciada por la SCT. Llamamos a nuestros legisladores a autorizar mayores recursos etiquetados a esta actividad, a efecto de que ambas dependencias cumplan con esta función las 24 horas del día, en los principales tramos carreteros.
6. La labor de vigilancia y supervisión de la autoridad federal se facilitará si ésta se complementa con la participación de los gobiernos estatales y municipales. Por ello nos sumamos al esfuerzo para promover, a través de nuestras delegaciones en todo el país, la firma de convenios de colaboración con dichos gobiernos.
7. El cumplimiento de la Ley no debe dejarse al “libre juego de la oferta y la demanda”, la seguridad no es un asunto que le competa al mercado; el dueño de la carga también está obligado a respetar la Norma de Peso y Dimensiones. La seguridad de nuestras carreteras es responsabilidad de todos, por tal motivo convocamos a las organizaciones representativas de los usuarios del autotransporte de carga, a incorporarnos a este esfuerzo y suscribir el acuerdo para aplicar la corresponsabilidad, tanto al dueño de la carga como al transportista, cuando incurran en violaciones al Reglamento de Peso y Dimensiones.
Con las acciones mencionadas, más la vigilancia efectiva de la autoridad, Canacar considera que se restablecerá la seguridad en las carreteras de nuestro país por las que día a día circulan miles y miles de vehículos.