Una de las piezas clave dentro del ecosistema del autotransporte, que se caracteriza por ser variado y complejo, son los ingenieros y técnicos especializados que se encargan de que los vehículos se mantengan en circulación por los caminos de México. A pesar de que el campo laboral es vasto y bien pagado, actualmente existe una falta importante de técnicos en las áreas de reparación y mantenimiento para el autotransporte, de acuerdo con especialistas consultados por Alianza Flotillera.
“Hay un déficit muy grande, la parte de demanda de mano de obra especializada en la parte de servicio pesado y de servicio de rango medio es muy alta”, destaca Alejandro Contreras, director de vinculación a nivel nacional en Grupo CEDVA, institución con una amplia oferta educativa para ingenieros y técnicos automotrices.
Contreras abunda en que una de las razones de dicha situación es la falta de interés de los jóvenes, que actualmente prefieren especializarse en vehículos ligeros a gasolina, e incluso en motocicletas, pues consideran que es más accesible poner un taller de este tipo, pese a que el segmento de los vehículos pesados es considerablemente mejor pagado.
Benjamín Santiago, especialista en capacitación en el Centro de Estudios Universitarios Rudolph Diesel, apunta que el segmento de los vehículos es mejor pagado dada la menor oferta que existe, al tiempo que destaca la falta de interés de los jóvenes por la complejidad o dificultad que implica la preparación en comparación con los vehículos ligeros.
Aunado a este déficit de personal, la preparación de los ingenieros y técnicos especializados en vehículos pesados enfrenta otros retos, como son: los avances tecnológicos, cambios educativos derivados de la pandemia, además de que existen varios terrenos y segmentos aún no explorados ni explotados.
Los especialistas coinciden en que el principal reto deriva de los cambios tecnológicos que hay en los vehículos, con nuevos parámetros en cuestión de emisiones, lo que da como resultado tecnologías y componentes que avanzan a pasos agigantados.
Muestra de ello, señala Alejandro Contreras de Grupo CEDVA, es la inclusión de insumos como la urea, o bien, componentes como nuevas transmisiones, retardadores o el conocimiento requerido en controles electrónicos y lectura de los datos que arroja la telemetría, sólo por poner algunos ejemplos a los que bien se podría agregar la llegada al mercado de vehículos como los híbridos, eléctricos y los de última milla, que recientemente han tenido un crecimiento acelerado en México.
El especialista del Centro Educativo Rudolph Diesel destaca que los técnicos en el área de los vehículos pesados requieren de un conocimiento y especialización que va más allá del aprendizaje empírico, que hasta hace algunos años bastaba. “Ahora se deben tener los conocimientos necesarios para poder realizar diagnósticos y reparaciones”, señala.
En este sentido, destaca también la relevancia de que también se preparen y actualicen los técnicos que ya tienen camino recorrido en el mundo laboral.
A este reto, añaden los especialistas, también se suma el de adaptar los cursos a las modalidades que vinieron con la pandemia, como es el caso de la educación a distancia con toda la gama de oportunidades que ofrece.
“Ahora hay ofertas de capacitación virtual, inclusive desde el extranjero”, destaca Benjamín Santiago.
Así como hay retos en la capacitación para los motores a diésel, también hay grandes oportunidades, ya que los expertos señalan que el campo laboral y la especialización es amplia.
Contreras destaca territorios poco explorados en sectores como la minería y la maquinaria pesada, mientras que Santiago apunta que los motores a diésel no sólo se limitan al transporte, sino también los hay en la industria, maquinaria agrícola o generación de energía.