Egresado de la carrera de Administración de Empresas por la Universidad Anáhuac, la trayectoria de Carlos Pardo en la industria automotriz inició con la colaboración en empresas como Allied Signal como director comercial y posteriormente se desempeñó como director de Nuevos Negocios en Ford Motor Company.
En 2006, Pardo García ingresó a Navistar México como director de Desarrollo de Distribuidores, posteriormente fue nombrado director nacional de Ventas Carga y más tarde, en 2011, asumió la dirección general de la compañía, cargo que ocuparía hasta agosto de 2019 y en el que logró consolidar las operaciones de la empresa.
Este periodo le valió el reconocimiento y respeto en la industria del autotransporte, pero también le dio la oportunidad de conocer de manera directa las necesidades de los transportistas y distribuidores de vehículos.
Hoy, bajo el paraguas de un nuevo competidor en el mercado mexicano, el ejecutivo se replantea la estrategia de atender las áreas de oportunidad de las empresas transportistas y romper con la monotonía de la industria tradicional, mediante agresivas estrategias de financiamiento, vehículos más accesibles para los consumidores y combustibles alternos.
El nuevo rumbo de Carlos Pardo
Bajo una infraestructura robusta y lista para competir en el mercado mexicano con precio y disponibilidad de refacciones, Carlos Pardo fue invitado para dirigir el arribo de la empresa china Shacman a México .
La compañía perteneciente a la firma Shaanxi Automobile & Equipment Co., Ltd., llegó a nuestro país en noviembre del 2019, tiene sede en Xi’an, China, en donde ha desarrollado desde 1968 camiones para servicio pesado, vehículos medianos y livianos con proveedores de reconocido prestigio como Cummins y ZF.
El reto inmediato para el ejecutivo es dar a conocer la marca, ganarse el reconocimiento de los clientes y erradicar la mala experiencia de los productos asiáticos, en pocas palabras, que los transportistas consideren a Shacman como una opción para ganar dinero.
Cuestionado sobre el significado de representar a Shacman, asegura sentir una gran satisfacción, ya que representa una oportunidad importante en su carrera profesional, “me permite empezar de cero y ofrecer un modelo de negocio con todas las cosas que he visto en mi trayectoria. Es empezar una hoja en blanco y decir, así es como creemos que debe ser la oferta de valor para nuestros clientes”.
De acuerdo con el ejecutivo, al ser una compañía con 52 años de historia y tener presencia en más de 80 países, “el hecho de que me permitan representarla en México y Norteamérica es un reto muy significativo en mi carrera”.
Así en medio de la pandemia de COVID-19 y un mercado que avanza a paso lento en materia de comercialización y producción de vehículos, Carlos Pardo, ha trazado la meta de colocar cinco mil unidades en los primeros cinco años de presencia en nuestro país.
Resultado que pretende alcanzar con una oferta innovadora y sustentable con un claro enfoque en la satisfacción del operador, al considerarlo pieza clave en la ecuación del autotransporte.
No obstante, Pardo enfrenta un primer desafío, quitar el estigma de las marcas asiáticas. Para ello, afirma que antes de hacer el lanzamiento oficial de Shacman en territorio nacional, se aseguró el suministro de refacciones, “ese ha sido el gran error que han cometido no sólo los competidores asiáticos, sino europeos y americanos, llegar al mercado sin el servicio postventa garantizado”.
Para atender la demanda se construyó un hub de refacciones en la carretera México-Querétaro, instalaciones que poseen el 100% de los componentes de los vehículos a fin de cumplir con promesa uptime, es decir que, los vehículos siempre estén en carretera y no tengan que parar.
“Estamos tan seguros de la propuesta que sí en 48 horas el vehículo no tiene la refacción, al tercer día comenzamos a pagar una cuota diaria de penalización a los clientes”, precisa.
Los otros desafíos
Con una oferta comercial que incluye los modelos X3000 y L3000 en versiones a diésel y gas natural, Carlos Pardo afirma que, dicho combustible no ha crecido en México por tres razones: No hay un suministro completo en todo el país, la oferta comercial antes de Shacman era de camiones convertidos, es decir, que no nacían de origen a gas, lo cual, tiene un sobrecosto
“Un camión podía costar entre 20 y 30% más que un camión a diésel. Cuando sumabas la ecuación, no era rentable para las empresas”, agrega
Explica que además de no contar con la infraestructura adecuada de gas en el país, la autonomía que anteriormente ofrecían los vehículos convertidos era deficiente, lo cual aumentaba el riesgo y la desconfianza de quedarse a mitad de la carretera.
Por este motivo, la nueva oferta comercial está basada en entregar camiones con una autonomía de mil 200 kilómetros, “esto nos hace estar seguros de que van a conseguir el abasto de combustible, a la par, el costo de un vehículo a gas natural es prácticamente el mismo que una unidad a diésel de la competencia”.
Con esta propuesta, Carlos Pardo busca ofrecer una propuesta atractiva no sólo para las empresas transportistas medianas y grandes, sino convertirse en una oferta accesible para el hombre-camión.
“Actualmente estamos trabajando con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) y la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM), y aunque por ahora no tenemos un programa como tal para el hombre-camión, nuestros vehículos a diésel nuevos cuestan entre 15 y 20% menos que los vehículos de la competencia”, asegura.
Lo anterior sumado a una agresiva estrategia de financiamiento que ofrece un enganche mínimo y la facilidad de utilizar el camión durante año, sin pagar capital, ni intereses, podría inyectar confianza entre quienes buscan trabajar sin descapitalizarse.
De esta manera, convencido de que Shacman es un competidor que llegó a México para quedarse, a finales de 2020, la firma iniciará la producción de los modelos X3000 y L3000 en Ciudad Sahagún, Hidalgo, proyecto que dará empleo a 30 colaboradores bajo un modelo de ensamble SKD.
¿Por qué el transportista tendría que cambiar la marca de camiones con la que se ha casado? Carlos Pardo refiere que nadie está peleado con su dinero, “los clientes ganan en el costo total de propiedad y en el desempeño del vehículo, una ecuación que representa rentabilidad para ellos”.