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Ciudades en movimiento: por un transporte urbano seguro y eficiente

Las grandes urbes del país deben rediseñar sus sistemas de movilidad urbana de pasajeros para ser más incluyentes y equitativas

Transporte público

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Un transporte urbano seguro, eficiente y sustentable es esencial para el funcionamiento adecuado de las ciudades modernas, ya que impulsa el desarrollo económico, la equidad social, la sostenibilidad ambiental y mejora la calidad de vida de sus habitantes.

Sin embargo, en países como México, el desplazamiento de pasajeros y mercancías en las grandes ciudades no es óptimo, pues se enfrenta a diversos desafíos como la inseguridad vial, la congestión de espacios de tránsito y los altos índices de contaminación.

Con base en la última Encuesta Origen-Destino, en el Valle de México se realizan más de 34.5 millones de viajes al día. Dicha cifra otorga un amplio panorama sobre la importancia de diseñar y fomentar una movilidad urbana segura, incluyente y sostenible para todos los grupos poblacionales.

Desplazamientos seguros

De acuerdo con cifras de la Fundación iO, durante 2022 se registraron 377 mil accidentes viales en zonas urbanas y suburbanas del país. Lo anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dejó un saldo de 15 mil 986 decesos relacionados con estos siniestros de tránsito.

La maestra Miriam Téllez Ballesteros, profesora de la licenciatura en Urbanismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó la necesidad de mejorar las condiciones del transporte público y privado de pasajeros, con el fin de garantizar la seguridad de usuarios y operadores.

“El tema de un transporte de pasajeros seguro debe ser analizado desde tres aristas: la vulnerabilidad ante el delito, la confiabilidad en el servicio y la presencia de accidentes de tránsito”, explicó en entrevista para Alianza Flotillera.

En algunas ciudades del país, la infraestructura de transporte urbano es obsoleta o insegura, lo que aumenta el riesgo de accidentes graves y fatales, incrementa los costos económicos relacionados con la pérdida de la productividad y daños a la propiedad, además de que genera desconfianza en los usuarios que utilizan el transporte público o privado para desplazarse.

Con base en estimaciones del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), los accidentes de tránsito representan pérdidas económicas equivalentes al 3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Por tal motivo, para diversas empresas de transporte de pasajeros, la inversión en tecnología orientada a fortalecer la seguridad de sus usuarios es imprescindible.

“La seguridad para nosotros es uno de los pilares más importantes. Invertimos en análisis de telemetría, sistemas anticolisión, inteligencia artificial y tecnología para conocer los hábitos de conducción de nuestros operadores, entre otros aspectos. Todo ello nos genera data para poder construir proyectos que mitiguen o reduzcan la siniestralidad”, indicó Elías Dana, Director General de Movilidad de Personas de la empresa de transporte privado Traxión, en entrevista para Alianza Flotillera.

En el caso del transporte público, los accidentes viales en numerosas ocasiones están relacionados con las malas condiciones de las unidades, cuya antigüedad promedio ronda los 15 años, según cifras de la Dirección General del Autotransporte Federal.

La maestra Téllez Ballesteros, quien también es académica de la licenciatura en Ingeniería en Sistemas de Transporte Urbano en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), indicó que la renovación de la flota vehicular es compleja, pues a pesar de que existen programas con bonos de chatarrización, estos son insuficientes para adquirir nuevas unidades.

“Estamos hablando de un parque vehicular, como en el caso del Metrobús, que está a días de cumplir su vida útil. No obstante, muchos de los transportistas requieren de otro tipo de estrategias para poder adquirir vehículos nuevos”, expresó.

Eficiente e incluyente

Para lograr una movilidad eficiente es crucial la promoción de una planificación urbana que facilite la conexión y la transferencia entre diferentes modos de transporte. Además, debe cubrir diversas áreas de las ciudades para garantizar que toda la población tenga acceso a él, esto con el fin de facilitar su desplazamiento.

Además, los servicios de transporte público deben operar con una frecuencia suficiente para minimizar los tiempos de espera, así como contar con una conectividad intermodal a fin de brindar a los usuarios opciones flexibles que les permitan optimizar sus rutas de acuerdo con sus necesidades individuales.

“En principio, deberíamos tener una sola estructura tarifaria para todas las modalidades de transporte, lo que sí sucede en ciudades como Tokio, Japón. También se requiere integrar a las zonas conurbadas que no cuentan con ningún servicio de transporte masivo”, apuntó la investigadora.

Asimismo, se debe garantizar que las infraestructuras de transporte urbano sean accesibles para personas con discapacidades físicas o movilidad reducida. Esto incluye la instalación de rampas, ascensores, pasamanos y otras medidas de accesibilidad en estaciones de transporte público y privado, paradas de autobús, cruces peatonales y aceras.

La académica indicó que los sistemas de transporte urbano deben tener en cuenta las necesidades de grupos marginados, como las personas mayores, por ejemplo, lo que requiere la implementación de programas especiales de transporte y campañas de sensibilización social.

“Lo que sucede es que muchos transbordos requieren de traslados de hasta un kilómetro de caminata. Entonces debemos hacer que estos sean más amables para los usuarios, como los adultos mayores y otras personas con dificultades de movilidad motriz”, resaltó.

Una industria sostenible

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de siete millones de personas mueren en el planeta por enfermedades relacionadas con la mala calidad del aire. Uno de los mayores desafíos del transporte urbano es reducir las emisiones contaminantes mediante la adopción de tecnologías limpias, principalmente con el uso de vehículos eléctricos, híbridos y de combustibles alternativos como el hidrógeno.

En ciudades como Monterrey, Guadalajara y la capital del país ya existen diversos sistemas de electromovilidad, lo cual es un paso sustancial hacia la descarbonización del sector. Sin embargo, muchas de estas tecnologías en México aún se encuentran en fase inicial o experimental.

“Estaremos aprendiendo de ello. Antes de eso, me parece que hay varios retos logísticos que tendremos que superar. El primero, obviamente, es la logística de carga, conocer la autonomía de estas unidades en nuestra ciudad. Debemos entender cómo cuantificamos la carga de los vehículos y cómo impacta en el costo de los servicios”, señaló Elías Dana.

Un transporte urbano de pasajeros sustentable no sólo beneficia al medioambiente, sino que también mejora la calidad de vida de la población y fomenta su desarrollo social y económico.

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