Lluvias torrenciales en algunas zonas del país, sequías que “matan” al campo y el ganado, estos son algunos de los efectos del cambio climático que se observan en nuestro país, sin embargo, la humanidad todavía puede evitar hacer más daño al medioambiente.
Al menos esa es la intención del transporte público que vuelve, otra vez, su mirada a las energías alternativas, como el gas natural o el transporte eléctrico.
A pesar de sonar muy moderno, lo cierto es que el transporte eléctrico tiene una larga historia en México, concretamente en la capital del país donde a principios de 1900 rodaron los primeros tranvías eléctricos, este medio se volvió parte del paisaje del México del porfiriato y los primeros años después de la revolución, fue tan popular que tardó medio siglo en ser reemplazado por el trolebús, un autobús conectado a la red eléctrica “aérea” y en 1969 por el metro, tres transportes que han llevado a millones de personas sin contaminar.
Ante el crecimiento desmedido de las ciudades, las grandes urbes tienen un nuevo reto, impulsar la electromovilidad para crear ciudades “conectadas”, donde peatones, conductores y vehículos se comuniquen.
Antes de construir este mundo utópico se tienen que resolver varios problemas y el principal es, tal vez, el de los conectores, que las ciudades estén preparadas para generar y transmitir grandes cantidades de energía a un solo punto, que “soporte la red eléctrica, que no se sature”, refirió J.D. Power.
Cabe recordar que desde septiembre del año pasado el gobierno mexicano quitó los aranceles para la importación de vehículos eléctricos, pero eso no se ha visto reflejado en el precio al consumidor, agregó la empresa analista.
El futuro nos alcanzó
En septiembre del año pasado, Mobility ADO, junto con Yutong, fabricante chino de autobuses y Engie, empresa de energía, presentaron en la Ciudad de México la primera unidad de Metrobús eléctrica, misma que en pocos meses ha sobrepasado todas las expectativas de la compañía con 41 mil kilómetros recorridos y una reducción de 13 toneladas de carbón.
“Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas a través de la movilidad, sin duda la electromovilidad va directo a este objetivo. Al final hemos trabajado en coordinación con el gobierno y con empresas de energía para ofrecer una solución que se adecue a la ciudad, al final apostamos por tener esta experiencia”, afirmó Rafael Gochez Magaña, gerente general de la Línea 3 del Metrobús de Mobility ADO.
Esta unidad es la primera de 10 que circularán de Tenayuca al Pueblo de Santa Cruz Atoyac.
Para garantizar la carga del autobús, Engie invirtió medio millón de pesos en la construcción de las estaciones de recarga, “la infraestructura tuvo su propia complejidad, es el primer punto de recarga rápida en el país para autobuses”, comentó Jorge Suárez, desarrollador senior de electromovilidad en Engie.
Pero no fue la única propuesta de movilidad. Con capacidad para 105 usuarios y 330 kilómetros de autonomía, Volvo Buses México en colaboración con ABB y Conexión Centro Aeropuerto (CCA), puso a rodar en asfalto capitalino el 7900 eléctrico, una unidad de piso bajo que corre de San Lázaro a Buenavista, esta es piedra angular de la iniciativa #CiudadCero que busca dejar de emitir contaminantes a la atmósfera.
“Respondemos a los retos de la ciudad, impulsando la electromovilidad”, explicó Carlos Acosta, gerente de Ventas de Volvo Buses México, quien señaló que este tema va más allá de un autobús, es una administración de flota inteligente, conectividad a través de telemática con monitoreo en tiempo real.
Manita de “tigre”
Con más de cincuenta años rodando, el trolebús recientemente renovó su flota. Con una inversión de mil 271 millones de pesos para la adquisición de 130 unidades nuevas en 2019.
80 autobuses de piso bajo de 12 metros con capacidad para 85 pasajeros y autonomía de 75 kilómetros y lo más importante con un 50% de mejor eficiencia energética que su antecesor y 50 unidades biarticulados de 18 m para 142 pasajeros y autonomía de 75 kilómetros; estos vehículos serán usados para el Trolebús Elevado Ermita-Iztapalapa.
Los autobuses desarrollados por la empresa Yutong utilizan baterías de litio, hierro y fosfato con pértigas automatizadas.
“Para mejorar la circulación urbana y disminuir la congestión de tráfico, se debe mejorar el transporte público. Por lo tanto, debemos aumentar el número de buses eléctricos en la ciudad”, puntualizó Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México.
¿Qué sigue?
Con una inversión de casi tres mil millones de pesos, la Ciudad de México inauguró un nuevo transporte eléctrico, el Cablebús, que busca conectar a las personas de las zonas conurbadas con la zona central de la ciudad.
Pero, ¿qué pasa fuera de la capital? Las ciudades apuestan por mejorar sus sistemas de transporte con vehículos mucho más eficientes.
Varias ciudades han apostado por transportes con tecnología de Diesel Ultra Bajo Azufre, pues el país todavía tiene un importante rezago en temas de electrificación para ofrecer suficientes estaciones de recarga.