De acuerdo con el Anuario Estadístico de Colisiones en Carreteras Federales 2022, el año pasado se registraron 14 mil 67 siniestros en el país, dejando un saldo de siete mil 247 personas lesionadas y dos mil 420 fallecimientos. El 28.8% de estos accidentes estuvieron relacionados con vehículos de carga, de los cuales el 35% fueron ligados a la fatiga de los conductores.
Aunado a lo anterior, una encuesta realizada por la Autopista Perote-Xalapa (COPEXA) reveló que el 30% de los operadores no se detienen a descansar aunque tengan signos visibles de agotamiento, lo cual pone en gran peligro su vida y la de otros, pues se estima que tres segundos de microsueño, o parpadeo prolongado, a una velocidad de 120 km/h hace que se pierda el control de un vehículo durante 100 metros.
La fatiga es la sensación de cansancio física o mental, o una combinación de ambas, que se manifiesta a través de somnolencia, dolor de cabeza, reflejos y capacidad de respuesta lentos, irritabilidad, visión borrosa, falta de concentración, debilidad muscular, mareos, entre otros síntomas.
Por tal motivo, la NOM-87 de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) establece que un operador de autotransporte deberá conducir un máximo de 14 horas consecutivas. Luego de ese lapso tendrá que descansar por lo menos ocho horas continuas.
Asimismo, por cada cinco horas de conducción se deberá hacer una pausa de 30 minutos, o bien, distribuir ese tiempo de descanso en cinco horas y media. En el caso del transporte de turismo o pasaje, si la ruta excede las nueve horas de manejo se requerirá que el operador sea relevado. El objetivo es que los conductores puedan descansar correctamente y evitar accidentes de tránsito relacionados con la fatiga o la falta de sueño.
NORMA QUE NO SIEMPRE SE SIGUE
Aunque la NOM-87 dicta que debe existir un equilibrio entre las horas laboradas y el tiempo destinado al descanso, en la realidad esto difícilmente se puede llevar a la práctica. Juan Cruz, con 32 años de experiencia como operador, dijo en entrevista para Alianza Flotillera que a pesar de que las empresas modernas cuidan más la integridad de sus colaboradores, aún existen temporadas, como la decembrina, donde las jornadas de trabajo se extienden.
“Hay veces donde se maneja 14 horas, tienes dos horas para descansar un poco y ya te está esperando otro viaje de diez o doce horas. Pero uno lo acepta por la familia, porque en algunas empresas todavía pagan por horas trabajadas más que por trayecto o kilómetros”, señaló.
Resaltó que, a las largas jornadas laborales y al poco o nulo descanso, se suman el estrés por llegar a tiempo a su destino y el miedo a ser asaltados en carretera, lo que les ocasiona problemas emocionales y psicológicos serios.
“La verdad difícilmente se puede descansar ocho horas seguidas. Y es peor el cansancio cuando los camiones son viejos, hay fallas mecánicas y no tienen clima o camarote. Y pues hay veces donde todo se junta y pasan los accidentes, que se pudieron haber evitado”, lamentó.
En ocasiones, ante la desesperación, los operadores suelen consumir sustancias para combatir el cansancio, lo cual, en la mayoría de las veces, suele ser contraproducente, explicó a Alianza Flotillera, José de Jesús, con 15 años en el sector.
“Yo lo que le digo a los más jóvenes es que no necesitan consumir ningún tipo de estupefaciente porque su lívido es momentáneo, de máximo dos horas y se te corta, y lo único que va a pasar es que vas a seguir pidiendo más”, advirtió.
Indicó que esta situación es provocada por la necesidad del operador de ganar más dinero para su familia, la exigencia del cliente por recibir su mercancía a tiempo y la insistencia del transportista que no quiere perder su negocio.
“Pues lo más común que se consume es el famoso ‘tenuate’ (dietilpropión), las metanfetaminas, la cocaína, las anfetaminas, de los que he escuchado. Yo, sinceramente, soy de la vieja escuela, cuando estoy muy cansado muerdo un chile picoso, tomo mucha agua o combino café con refresco”, reveló.
DESCANSO, UNA NECESIDAD BIOLÓGICA
El correcto descanso no sólo está relacionado con el tiempo apropiado para dormir, sino que engloba otros elementos que en países como México no se les da la importancia necesaria, lamentó Rodolfo Giacoman, especialista de la asociación Commercial Vehicle Safety Alliance.
Durante su participación en el pasado 7° Congreso Nacional en Seguridad Vial, organizado por la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), explicó que las condiciones de descanso están relacionadas también con la calidad de la nutrición, la falta de actividad física, el estrés laboral y la soledad, al estar lejos de su familia, sus amigos o colegas del trabajo.
“El único país que regula los programas de administración de la fatiga es Australia. Todos los demás, incluyendo Estados Unidos, México y Canadá regulan sólo las horas de servicio, que es sólo uno de los factores de la fatiga”, subrayó.
Por su parte, Yessenia Aguilar Reyes, psicóloga clínica y capacitadora externa de Daimler Truck México, advirtió que la falta de descanso afecta la vida emocional, física, conductual e intelectual de los operadores.
“Los puede llevar, incluso, a tener trastornos del sueño, pero también los lleva al consumo de alguna sustancia o también una comorbilidad. A esto le podemos sumar cierta sintomatología depresiva, la cual afecta su vida personal, familiar y social, pues se vuelven irritables y compulsivos, además de que disminuye su productividad y ponen su vida, y la de los demás, en riesgo”, explicó en entrevista para Alianza Flotillera.
SENSIBILIZAR A LOS TRANSPORTISTAS
Bonifacio Ramírez, instructor y capacitador de Transportes Trancasa, explicó que en la actualidad cada vez hay más empresas transportistas conscientes de lo nocivo que son las largas jornadas de trabajo en sus operadores, por lo que, a través de bitácoras, se cuida que descansen los tiempos correspondientes, con base en la normatividad de la SICT.
En entrevista, afirmó que periódicamente se realizan pruebas antidoping para vigilar y asegurarse que el conductor no ha consumido sustancias dañinas.
“Las empresas pueden tener 50 o 100 unidades, pero si no tienen conductores sanos, de nada sirve. Entonces si las empresas no se preocupan por la salud del operador, porque trabajen en excelentes condiciones, pues vamos a seguir mal”, declaró.
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