El hidrógeno es uno de los vectores energéticos más importantes de nuestro entorno, además de que es el elemento más abundante en el universo.
Esta particularidad y simplicidad hace que se combine con muchos otros elementos y no se encuentre de forma aislada, por lo que requiere de todo un proceso para separarlo y hacerlo funcional en múltiples aplicaciones, incluyendo el autotransporte.
Cuando se obtiene de manera limpia, a partir de energía eólica o solar, este hidrógeno verde es una alternativa de combustible limpio, sostenible y con cero índices de contaminación.
El hidrógeno se obtiene a partir de la separación del agua a través de procesos como la electrólisis, que consiste en utilizar una corriente eléctrica para descomponer, mediante electrodos, una molécula de agua en oxígeno e hidrógeno, de acuerdo con información de la comisión de energía del Estado de México.
Es así que el hidrógeno se almacena en tanques, que a la vista son similares a los del gas natural y se pueden transportar, situación que le permiten emplearse en aplicaciones como los vehículos comerciales, otorgando ventajas para el autotransporte que recorre largas distancias.
Actualmente, existen dos opciones viables para emplear el hidrógeno en el autotransporte: los motores eléctricos de batería de combustible, una tecnología más probada y generalizada, y los motores de combustión interna de hidrógeno.
Baterías de combustible, a la cabeza tecnológica
En la actualidad, la tecnología de las baterías de combustible a base de hidrógeno son una realidad, estas se realizan mediante un proceso que consiste en combinar el hidrógeno almacenado con el oxígeno del aire, generando energía con un alto potencial que acciona al motor eléctrico.
En este tipo de tecnología, de acuerdo con información de Cummins, la reacción química se genera por medio de celdas o placas muy delgadas, mismas que se agrupan en un módulo que se encarga de alimentar la batería que interactúa con el resto de las piezas del tren motriz, de forma similar a un vehículo eléctrico convencional.
Cabe destacar que, durante este proceso, solamente se libera vapor de agua, un elemento que no es contaminante y que se encuentra de manera natural en el medio ambiente, lo que da como resultado un transporte de cero emisiones.
Este tipo de tecnología hoy en día es empleada en vehículos como montacargas, autobuses urbanos y foráneos, trenes y barcos, por mencionar algunos.
De acuerdo con el Consejo Norteamericano para la Eficiencia del Transporte (NAFCE, por sus iniciales en inglés), el hidrógeno es una tecnología de gran viabilidad para el futuro del transporte de mercancías de larga distancia.
A considerar:
El NAFCE destaca algunos aspectos fundamentales para que los vehículos comerciales impulsados con hidrógeno se conviertan en una realidad.
■ El futuro del transporte de mercancías libre de emisiones se dará en una convivencia entre el hidrógeno y las baterías eléctricas convencionales, siendo el hidrógeno una opción económica viable en los trabajos más pesados de larga distancia.
■ Lograr una rentabilidad de los tractocamiones de hidrógeno aún requiere de una reducción significativa de los costos de esta tecnología, por lo que esta tarea debe desempeñarse de manera colaborativa entre empresas, transportistas, proveedores de combustible y apoyos gubernamentales.
■ Se requiere aumentar la infraestructura, fabricación de hidrógeno, así como de baterías eléctricas.
■ Es necesario que toda la industria se ponga de acuerdo y defina si los motores y vehículos se basarán en hidrógeno líquido o gaseoso, ya que es un factor que incide en la infraestructura y los sistemas de fabricación.
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