Si bien México se ha visto beneficiado de la relocalización de las cadenas de producción a nivel global, es un hecho que aún falta un largo camino por recorrer para sacar el mayor provecho de esta oportunidad que, según los especialistas, se puede ir como agua entre las manos.
Durante todo 2023, la economía mexicana registró una cifra histórica en Inversión Extranjera Directa (IED), con un monto que supera los 36 mil millones de dólares y que representó un incremento del 27% con respecto al año previo, esto de acuerdo con la Secretaría de Economía.
Estas oportunidades, derivadas principalmente de la guerra comercial de Estados Unidos con China, aún pueden potenciarse para México, que en este contexto global compite con regiones como Europa del Este, Asia o Sudamérica, de acuerdo con un análisis de Banco BASE.
“El nearshoring es una oportunidad de oro que no se está aprovechando al máximo. Se estima que México está recibiendo apenas entre el 10% y 20% de los flujos de inversión extranjera de relocalización de empresas”, advierte y agrega que el monto de inversiones podrían llegar hasta los 60 mil millones de dólares anuales durante los próximos años.
Construir camino
No obstante, es necesario que el país se apuntale para potenciar este fenómeno, sobre todo en temas como el de la infraestructura, que de acuerdo con la institución financiera, juega un papel fundamental.
“El fortalecimiento de la infraestructura y de cadenas de suministro es crucial. Se necesitan carreteras y puertos seguros, así como vías de comunicación que faciliten el transporte”, señala.
Cabe destacar que el país ocupa el lugar número 66 en el índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial, un indicador en el que se han venido perdiendo peldaños en los últimos años, quedando por detrás de países como Brasil, Polonia o Estados Unidos.
De acuerdo con un informe reciente del Instituto Mexicano del Transporte, en el país hay casi 190 mil kilómetros de carreteras, contando las federales, estatales, municipales y las de cuota, las cuales no representan ni el 6% del total.
En este sentido la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) señaló que en el presente año concluirá un plan carretero planteado desde 2019, mismo que contempló una inversión de 220 mil millones de pesos, que a su vez equivalen a aproximadamente 1.3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
“Estas inversiones en infraestructura no solamente contribuyen a hacer carreteras y puentes, pues son un pilar para un futuro más próspero. Su extensión es mayor a los ocho mil kilómetros de carreteras, que es equiparable a la distancia entre Chetumal y Alaska”, destacó el titular de la SICT, Jorge Nuño.
El plan considera un total de 551 obras, de las cuales 30 son autopistas, con una inversión de 126 mil 608 millones de pesos, y una meta de mil 163 kilómetros a entregar durante el presente año.
En este rubro destacan la ampliación del tramo La Pera-Cuautla, en Morelos, el libramiento de Villahermosa, la que va de Pinotepa Nacional a Salina Cruz, además de la autopista Mitla-Tehuantepec II, que conecta Salina Cruz con el centro de Oaxaca, sólo por mencionar algunas.
En cuanto a carreteras federales, la SICT contempla entregar un total de mil 61 kilómetros en un total de 51 obras, con una inversión desde 2019 de 63 mil 738 millones de pesos.
Mientras que en caminos de mano de obra y rurales y alimentadores se entregarán 470 obras, con una inversión de más de 35 millones de pesos y una meta de poco menos de 6 mil kilómetros.
El Banco Mundial señala que, en la región de Latinoamérica, los servicios de transporte costosos son producto de la escasa competencia entre empresas de transporte y de la subversión en mantenimiento y ampliación de las vías interurbanas.
En contraste, países como India, China y Corea tienen autopistas que conectan los centros económicos e intermedios, contribuyendo a mejores niveles de empleo, producción e ingresos.
“En el caso de México, existe la necesidad de modernizar la red vial que conecta el centro del país, ubicado en torno a Ciudad de México, con las ciudades del este, pasando por Monterrey y otras ciudades a lo largo de la frontera con Estados Unidos, así como las ciudades del sur, pero estos no son los lugares donde se invirtió”, advirtió el banco en un informe sobre la región publicado en 2023.