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FINANCIAMIENTO: Entre el éxito y el ocaso financiero

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¿Comprar con financiamiento?

Aunque existe un consenso tácito en el que se privilegia el ahorro por encima del endeudamiento, lo cierto es que en la realidad llevar a cabo lo primero no siempre es posible.

Esto también aplica en el sector del autotransporte de carga, en el que las micro y pequeñas empresas se ven obligadas a buscar créditos financieros para disponer de la liquidez necesaria, a fin de realizar inversiones que les permitan desarrollar su crecimiento.

De acuerdo con la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF), en México hay 191 mil 550 permisionarios. De ellos, 16.2% son consideradas pequeñas compañías, al ser propietarias de flotas que van de seis a 30 unidades; mientras que 81.1% son microempresas, mejor conocidas como hombre-camión, cuyas flotas están compuestas por uno o hasta cinco vehículos.

Estas pequeñas empresas tienen mayor dificultad para acceder a soluciones de financiamiento que respondan a sus necesidades, por lo que mantener finanzas sanas es una tarea compleja y pocas veces exitosa.

 

El financiamiento adecuado

En entrevista para Alianza Flotillera, Jaime Tabachnik, CEO de Solvento, fintech mexicana que ofrece soluciones tecnológicas y financieras a empresas de la industria del transporte de carga, explicó que existen dos razones principales por las que las micro y pequeñas empresas del sector buscan la obtención de créditos: el crecimiento de su flota vehicular y la inversión en su capital de trabajo.

En el primer caso, los pequeños transportistas, especialmente los hombre-camión, recurren al arrendamiento puro o financiero, ya que no cuentan con la liquidez suficiente para adquirir un vehículo nuevo o seminuevo. Por otra parte, la inversión en el capital de trabajo es fundamental a fin de impulsar su desarrollo.

“Es decir, para crecer hay que invertir en el capital de trabajo, porque para ofrecer un servicio de transporte hay que disponer de combustible, darle mantenimiento a las unidades, hay que pagarles a los operadores. Y para recuperar ese dinero y obtener una ganancia hay que esperar desde 30 hasta 60 días, en promedio”, señaló Tabachnik.

No obstante, en numerosas ocasiones acceder a soluciones de financiamiento acorde a sus necesidades y posibilidades de pago no siempre es una labor sencilla. En primera instancia, porque para numerosas casas financieras, el sector del autotransporte carece de certezas económicas.

“Hay una injusta etiqueta al sector de ser riesgoso y poco confiable para otorgar créditos. Muchas instituciones financieras tienen como política no trabajar con la industria del transporte”, apuntó el especialista.

Lo anterior provoca que los requisitos para obtener créditos sean más estrictos y, en muchos casos, inalcanzables. Esto evita que los pequeños y microempresarios comiencen a generar un historial crediticio que, a su vez, les permita solicitar soluciones financieras más robustas y especializadas.

“Muchas veces las instituciones también checan el buró de crédito de la persona física dueña de la empresa o de las unidades, y en algunas ocasiones tienen un historial crediticio negativo que no han administrado de forma correcta”, subrayó el ejecutivo.  

 

Fortalecer la educación financiera

La imposibilidad de obtener soluciones financieras en sintonía con sus necesidades y objetivos orilla a los pequeños empresarios a recurrir a créditos bancarios que afectan severamente su estabilidad económica, provocando resultados contrarios a los que se desean.

En ese sentido, la nula o precaria educación financiera acentúa la falta de entendimiento de los productos crediticios que se adquieren, lo que atenta seriamente contra la rentabilidad de las pequeñas empresas.

Por ello, la capacitación es fundamental para el hombre-camión y debe ser una prioridad en la industria, afirmó Héctor Romero, especialista comercial y financiero, y miembro de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX).

“Lamentablemente, no se tiene esa educación financiera. Tenemos que asesorarlos para que sepan cuál es el monto que necesitan y para que identifiquen la razón por la que quieren el activo. Además, deben conocer el plazo del crédito, el enganche requerido y la tasa de interés”, indicó en entrevista para Alianza Flotillera.

 

Programas insuficientes

A pesar de que existen programas de financiamiento a transportistas, como los impulsados por Nacional Financiera (Nafin) o el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Romero lamentó que estos aún son insuficientes o limitados, pues no responden de manera integral a las necesidades de los pequeños empresarios.

En ese tenor, Alejandro Osorio, director de Asuntos Públicos y Comunicación de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), aseveró que uno de los principales retos para la industria es continuar con el impulso al financiamiento, pues la ausencia de estos instrumentos crediticios evita acciones como la renovación de flotas o el crecimiento de las pequeñas empresas.

“También se requieren recursos públicos presupuestales para poder avanzar en este propósito. No podemos avanzar en la renovación de la flota que se merece México sin la canalización correcta de recursos”, explicó.

 

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