La importancia de la capacitación de operadores en la electromovilidad

una correcta conducción podría generar ahorros de hasta el 40% de la energía

MIVSA se suma a la electrificación del transporte

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La capacitación de los conductores es una herramienta fundamental para ahorrar costos de las fuentes de energía utilizadas.

Prueba de ello es el caso de la Línea 3 del Metrobús de Ciudad de México, la primera ruta de autobuses de tránsito rápido 100% eléctrica de América Latina, que podría reducir hasta en 40% su consumo de electricidad mediante estrategias de aceleración, velocidad y frenado en la conducción.

Esto de acuerdo con un análisis realizado por Vemo y la Universidad de Notre Dame, mismo donde analizaron datos de telemetría y simulaciones avanzadas de operación real. El estudio recomienda capacitar a las personas conductoras de la Línea 3 del Metrobús en técnicas de conducción ecológica y prácticas de eficiencia energética.

Asimismo, señala la relevancia de implementar herramientas basadas en GPS que faciliten trayectorias óptimas de aceleración, velocidad y frenado, a fin de aprovechar los beneficios energéticos de la electromovilidad.

Detrás de la movilidad eléctrica hay mucho más que autobuses e infraestructura: implica estrategia, simulación y decisiones basadas en datos para diseñar trayectos, recargas y patrones de conducción más eficientes”, dijo Vemo, que participa en la operación de este línea mediante la telemetría y el monitoreo de 10 de los 60 autobuses de la ruta.

El estudio destaca factores de consumo de energía relevantes como la aceleración inicial, no realizar frenadas brecas para aprovechar mejor la energía y el frenado regenerativo, además de que tener tramos más largo entre paradas permite un rendimiento energético superior.

La Línea 3 del Metrobús de la capital opera 60 unidades articuladas 100% eléctricas, a lo largo de 20 kilómetros de extensión, 36 estaciones y alrededor de 200 mil pasajeros movilizados diariamente.

Cada autobús opera con una batería LFP de 563 kWh y una autonomía aproximada de 330 km, que se recarga por las noches en el patio Júpiter, ubicado al norte de la ciudad y equipado con 32 cargadores rápidos de 180 kW.

De acuerdo con cifras de Vemo, gracias a que la línea está electrificada, evitan más de siete mil toneladas de CO₂e al año, en comparación con sus unidades equivalentes a diésel.

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