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La maleta

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Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar.

Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Eclesiastés 3: 1

Mateo 6:19, 20 y 21

Los instantes sólo se viven una vez… el tiempo nunca regresa. No te enfoques en cosas materiales, lo que realmente vale la pena es vivir cada momento como si fuera el último día de nuestra existencia. Al Final, sólo Dios y nuestra alma, nos acompañan a nuestra morada.

Un hombre murió, al darse cuenta vio que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo.

Dios le dijo:

Bien hijo es hora de irnos.

El hombre asombrado pregunto:

¿Ya? ¿Tan pronto? Tenía muchos planes….

Lo siento, pero es el momento de tu partida.

¿Qué traes en la maleta?, pregunto el hombre. Y Dios le respondió:

¡Tus pertenencias!

¿Mis pertenencias? ¿Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero?

Dios le respondió:

Eso nunca te perteneció, eran de la tierra.

¿Traes mis recuerdos?

Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo.

¿Traes mis talentos?

Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias.

¿Traes a mis familiares y amigos?

Lo siento, ellos nunca te pertenecieron, eran del camino.

¿Traes a mi mujer y a mis hijos?

Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón.

¿Traes mi cuerpo?

Nunca te perteneció, ese era del polvo.

¿Entonces traes mi alma?

¡No! Esa es mía.

Entonces, el hombre lleno de miedo, le arrebato a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía…..

Con una lagrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre dijo:

Nunca tuve nada.

Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron solo tuyos.

La vida es sólo un momento… Un momento tuyo!!!

Por eso, mientras estés a tiempo, disfrútala en su totalidad. Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga….

Vive el ahora.

Vive tu vida.

No te olvides de SER FELIZ, es lo único que realmente ¡vale la pena!

Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí.

¡NO TE LLEVAS NADA!

Para reflexionar…

Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:

Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.

Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba,

Y… Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.

Alejandro contestó al general:

Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos no tienen, ante la muerte, el poder de curar.

Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros, para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.

Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.

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