Marcopolo, ante la contingencia, se ha ocupado por desarrollar tecnologías sanitizantes, de modo que sean más seguros los trayectos y no se propaguen los contagios.
Ya en su momento Alianza Flotillera te habló de que la empresa había creado un sistema de bioseguridad que ocupaba una especie de niebla que se aplicaba al interior del autobús para sanitizarlo en minutos.
Es así como, dentro de su iniciativa Marcopolo BioSafe, ahora ofrecen cortinas antimicrobianas para la instalación en los autobuses de sus clientes.
Según un comunicado de la armadora, usa un “material ‘inteligente’, de bajo grosor, más ligero que el tejido convencional, que evita la proliferación de hongos y bacterias, impidiendo su crecimiento, siempre que haya una higiene adecuada en la superficie del mismo”.
Según Luciano Resner, director de ingeniería de Marcopolo: “el proceso de fabricación de la cortina utiliza un método de soldadura en sus extremos. De esta manera, la posible propagación de las gotas a través de los agujeros de costura se elimina”.
Sin contar que es la misma tecnología que ya se usa en los hospitales encargados de combatir el COVID-19 en Brasil.
Rodrigo Pikussa, Director del Negócio Ônibus da Marcopolo, sostiene que “nuestras acciones (de Marcopolo) desde el comienzo de la pandemia se han basado en la salud y el bienestar de nuestros colaboradores y las comunidades en las que operamos. Ahora, con las iniciativas de bioseguridad a bordo, damos un paso más para proteger a los usuarios de nuestros productos, permitiendo el retorno seguro de la movilidad”.
Estas cortinas se pueden aplicar en los autobuses de cualquier marca, tanto para urbanos como para foráneos, y además se entrega con un kit para su instalación. Según la firma, la cortina “tiene en cuenta aspectos como la facilidad de instalación, la limpieza, el mantenimiento, la seguridad y el bajo costo”.