Phoeniz, Arizona fue el escenario del “Foro de Colaboración en Semiconductores entre México y Estados Unidos – Capítulo 4”, celebrado el pasado 24 de junio con el objetivo de consolidar la colaboración entre ambas naciones.
Este encuentro reunió a más de 100 líderes de la industria, gobierno, academia y organismos del sector de ambos países, incluyendo a 22 entidades federativas de México.
Durante el evento, Diego Flores, titular del sector de Industria Electrónica y Digital de la Secretaría de Economía, en representación de Marcelo Ebrad Casaubon, destacó que el objetivo central es avanzar hacia una mayor integración regional de las cadenas de suministro. Asimismo, enfatizó el impulso a la atracción de inversión estratégica en procesos de ensamblaje, prueba y empaque (ATP), y al desarrollo de talento especializado en semiconductores.
Entre los estados que incluyó la delegación mexicana, estuvieron representantes de Baja California, Jalisco, Nuevo León, Querétaro y Chihuahua, entidades que se caracterizan por su vocación industrial y potencial en el sector tecnológico.
Este foro fue organizado por la Arizona Commerce Authority (ACA), en conjunto con la Ciudad de Phoenix, Arizona Mexico Commission, CANIETI, Intel, Emtech Institute y otros aliados estratégicos. La colaboración con instituciones como Arizona State University también fue clave para reforzar los lazos educativos y científicos entre ambos países.
Arizona se ha consolidado como uno de los principales polos de innovación en semiconductores en EE. UU. En 2024, el comercio bilateral entre Arizona y México alcanzó los $8.9 mil millones, destacando $824 millones en exportaciones de componentes electrónicos y semiconductores, según datos de ACA.
México, por su parte, avanza con el Plan Maestro de Semiconductores 2024-2030 y el Plan México, los cuales buscan articular esfuerzos públicos y privados para posicionar al país como un socio confiable y competitivo en América del Norte.
La presencia activa de 22 estados en el foro reafirma el compromiso regional con el desarrollo industrial, tecnológico y sostenible, en un momento clave para la redefinición de las cadenas de valor globales. Este esfuerzo compartido representa un paso decisivo hacia una región más integrada, resiliente y preparada para liderar el futuro tecnológico.
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