Ante la recuperación del transporte y con la apertura de la frontera para la exportación, las empresas transportistas están viendo una mayor demanda de su operación, sin embargo, temas de cartera vencida y de cambios en el SAT afectan su intención de cambiar o adquirir nuevas unidades.
“Este año se formalizó cambios en el ISR, antes las empresas podían deducir el 8% de sus ingresos, ahora no, estamos hablando de flujos. Los empresarios tienen que tomar decisiones hoy, para el futuro inmediato de la empresa. El transportista, principalmente el mediano, tiene que tomar decisiones para apuntalar sus operaciones, pero por otro lado tiene un freno fiscal de liquidez”, analizaron Ricardo Díaz, líder comercial en Engen Capital y Alejandro Álvarez, chief manager en Engen Capital.
Ante esta situación, el arrendamiento luce como una opción para evitar que las empresas se descapitalicen, mantengan su liquidez y en algunos casos refinancien sus deudas.
“Este es el momento para tener liquidez, apuntalar su crecimiento para contratar y capacitar operadores, poner en marcha nuevos contratos”, refirieron los especialistas.
Como financiera tienen varias opciones que se adaptan a las necesidades de cada cliente, “cualquier esquema de financiamiento siempre va a ser una mejor alternativa que comprar de contado”.
Al igual que varias industrias, el arrendamiento también tuvo un volumen relativamente menor, no sólo per el tema de pandemia, también por el ciclo de elecciones, sin embargo, han visto una recuperación en los últimos meses y esperan que para el fin de año se vuelva a los niveles previos. “Vemos un creciente apetito de equipos nuevos, pero derivado de la escasez de cajas, remolques, camiones y tractocamiones cada vez es más requerido y socorrido el tema de los equipos arrendados”, señalaron los voceros de Engen Capital.
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