Cuando Sears Roebuck trajo a México la primera tienda departamental en 1947 no había empresas para transportar sus productos. Los permisos para ofrecer el servicio público de carga se otorgaban a personas físicas a través del gobierno.
Un año previo, Muebles y Mudanzas MyM logró una concesión para mover los muebles que ellos mismos fabricaban en la calle de Paraguay en el Centro Histórico de la Ciudad de México bajo el mando de Jacobo Lijtszain.
Este fue el inicio de lo que 65 años después se conformaría como Grupo Traxión, la única empresa transportista que actualmente cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) con firmas de su propiedad como: Transportadora Egoba, Lipu, Grupo SID, Auto Express Frontera Norte y, por supuesto MyM, entre otras.
En aquellos años, a la par de Sears, el fabricante de máquinas de coser Singer revolucionaba el estilo de vida de la industria maquiladora.
Oportunidad de negocio que Jacobo Lijtszain aprovechó para viajar a Nueva York en su camión y traer a nuestro país máquinas nuevas y usadas.
Posteriormente, con el crecimiento de la compañía llegaron los momentos críticos. Durante el terremoto de julio de 1957, MyM perdió el edificio que recientemente había construido en la Ciudad de México dejando como saldo únicamente los daños materiales.
El segundo momento crucial fue pasar de una empresa familiar a un gobierno corporativo dirigido por Bernardo y Aby Lijtszain- hijo y nieto de Jacobo Lijtszain. La transición representó más allá de consolidarse como una empresa de transporte, sino sumar consejeros externos y profesionalizar a todo su equipo de colaboradores. Bases que más tarde retomaría Grupo Traxión constituido en 2011.
Servicios
En la década de los 90, bajo la razón social MyM Internacional, la firma comenzó a expandir su oferta de servicios con traslados de un país a otro, incluso, entre continentes, para lo cual, trabaja con cerca de mil socios comerciales calificados que se encargan de llevar los bienes de un puerto a otro y dar seguimiento hasta el destino final del cliente.
Los principales usuarios que contratan este tipo de servicios son empresas transnacionales que mueven a sus altos ejecutivos de un país a otro.
A decir de Avi Puszkar, director general de Muebles y Mudanzas MyM, el costo de una mudanza internacional va desde los cinco mil hasta los 50 mil dólares, dependiendo del origen. Los destinos de mayor demanda son Estados Unidos y Canadá derivado de la estrecha relación comercial con México.
“Entendemos que una mudanza es un momento estresante, están por emprender una nueva vida. Sabemos del valor sentimental de las pertenencias y que éste supera el interés material. Estamos transportando la historia de las personas. Por este motivo, tratamos de estar cerca de los clientes y asesorarlos en todo momento”, destacó.
Así, con la finalidad de que los muebles no sufran daño alguno, la empresa dedica recursos y tiempo en capacitación para todo su personal, desde los cerca de 500 operadores hasta los colaboradores de embalaje.
Los otros desafíos
Más allá de la complejidad que requiere hacer una mudanza en edificios sin elevador o con escaleras angostas que dificultan el acceso a la vivienda. Los más de 70 años de trayectoria de MyM les han permitido desarrollar su propia logística.
“Los servicios más difíciles que hemos realizado son los posteriores a los sismos, lugares que han quedado dañados y donde el acceso es restringido, porque no se puede sacar una sola caja por las escaleras. Entonces, hemos tenido que realizar la maniobra por las ventanas y azoteas con grúas telescópicas con canastilla. Lo cual, evidentemente requiere de personal altamente capacitado y equipado para evitar cualquier incidente”, explicó Avi Puszkar.
Al hablar de las tendencias que están marcando el rumbo del negocio, el ejecutivo, refirió que uno de los fenómenos más perceptibles, es que los clientes están optando por conseguir un departamento amueblado y llevarse el mínimo de pertenencias al nuevo lugar de residencia.
Esto porque en algunas ocasiones es más caro pagar un traslado que vender los muebles y adquirirlos nuevamente. La propuesta es enfocarse en los objetos personales de valor sentimental.
A la par, los clientes buscan ser más prácticos al momento de empacar, por lo que en MyM ya se están implementando cajas ropero, es decir, el clóset se mete completo, ya en el nuevo domicilio sale tal y como se empaquetó.
Perspectivas
Al igual que otras empresas del sector transporte, las operaciones de MyM también se han visto afectadas por el COVID-19, impacto que se ve reflejado en una reducción del 40% de sus servicios.
No obstante, de acuerdo con Avi Puszkar, el verano y las vacaciones decembrinas son las mejores épocas para la compañía, por lo que no descartó que las condiciones del mercado mejoren en los siguientes meses.
Por ahora, uno de los objetivos de la empresa es disminuir la edad de su parque vehicular que actualmente es de cinco años, proyecto que busca sumar vehículos con motores nuevos que contaminen menos y sean socialmente ecológicos.
Asimismo, para ir acorde con las demandas de los clientes, también se trabaja en el desarrollo de una aplicación móvil capaz de ofrecer minuto a minuto la ubicación de la mudanza hasta el momento de su llegada.
Actualmente, Sears México quien fue adquirida en su totalidad por Grupo Carso en 2007 se mantiene como el principal cliente en las operaciones de MyM.