El estudio “Transitioning to Zero-emission Heavy-Duty Freight”, del International Council on Clean Transportation, deja muy en claro que el transporte última milla verá una transformación casi completa en su forma de operación, principalmente por las leyes antiemisiones y los avances tecnológicos.
Si bien en México este segmento del autotransporte aún presenta baches por la falta de infraestructura y la aplicación de tecnología, el mundo ya está pensando en la evolución de la entrega de paquetes y mercancías dentro de las ciudades.
Si bien las unidades a gas natural son una buena opción, principalmente en el transporte de larga distancia, en la última milla la electricidad jugará un papel primordial ya que se vislumbra vehículos eléctricos de menor tamaño que operarán con la ayuda de almacenes urbanos exclusivos.
Es así, que los camiones de larga distancia llegarán a la ciudad por las noches y dejarán aparcada la caja del camión como almacén urbano donde será recogida por un vehíclo eléctrico que hará una entrega nocturna para evitar el tráfico.
En el caso de las urbes muy pobladas, DHL y UPS ya están poniendo a prueba la utilización de motos e incluso bicicletas eléctricas, que además de combatir el tráfico generan pocas emisiones.
Otra solución que requiere más tecnología y dinero es el de la entrega a domicilio a base de robots que son pilotados.
Cabe destacar que el desarrollo del concepto de las “Smart Cities”, que engloban varios conceptos anteriores para promover la movilidad compartida, la conducción autónoma, la electrificación de los vehículos, la conectividad y el Internet de las cosas para mejorar la circulación en las ciudades a través de la colaboración público-privada.