Hoy en día, el alto costo y la escases del petróleo ha afectado la seguridad energética mundial, ya que los países que no producen petróleo se han visto en la necesidad de invertir una parte de sus presupuestos en la importación de combustibles de origen fósil.
Por ello, recientemente, ha surgido un gran interés por la investigación de nuevas tecnologías, con el propósito de lograr una mayor seguridad energética y cuidado del medio ambiente, por lo cual la inversión que destinan los países desarrollados es muy alta y que en corto plazo rendirá frutos.
Tipos de energías utilizadas recientemente
Tratándose de la problemática ambiental y el alza en los costos del combustible que hoy en día está presente, la industria del autotransporte y reparto establece una gran preocupación por el daño y costos que genera el excesivo uso de combustibles fósiles, que en gran medida es uno los principales factores causantes del deterioro del medio ambiente.
Es por eso, que la tecnología de los biocombustibles y la eficiencia de los híbridos es cada vez más utilizada y promocionada en el mundo.
Los biocombustibles pueden reemplazar parcialmente a los combustibles fósiles, en comparación con otras energías alternativas como lo es el biodiesel que se produce a partir de los ácidos grasos derivados de aceites que pueden ser de origen vegetal o animal, los cuales pueden ser sometidos a varios procesos.
Es así que los biocombustibles constituyen la primera fuente de energía que conoció la humanidad, ya que la principal fuente se encuentran en la biomasa, que proviene de cultivos como caña de azúcar, maíz, sorgo, yuca, entre otros.
Éstos, son empleados para producir etanol; y los aceites provenientes de palma africana, soya, higuerilla, colza y otras plantas, son utilizados para producir biodiesel.
Por otro lado, también están los vehículos híbridos, que funcionan con propulsión alternativa, combinando un motor movido por energía eléctrica proveniente de baterías y un motor de combustión interna. Ambos, pueden estar conectados en serie o en paralelo, según el tipo de uso que se requiera.
El motor de combustión interna, acciona un generador que suministra electricidad a un motor eléctrico, mismo que está conectado a las ruedas; es decir, el vehículo se mueve finalmente con la potencia que suministra el motor eléctrico, el cual utiliza la energía eléctrica que produce el generador, accionado por el motor de combustión interna, disminuyendo en gran medida los agentes contaminantes.
Por el momento, los consumidores se encuentran en una incertidumbre y renuentes a desembolsar dinero para acondicionar sus vehículos a un combustible alterno; sin embrago, en un futuro no muy lejano, cuando el precio del petróleo se dispare, escasee o se encuentre fuera del alcance de muchos consumidores, la única forma será el empleo de combustibles alternos.