“Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”, relata Antoine de Saint-Exupéry en su obra universal El Principito, y así es como Paola Moncada, presidenta y cofundadora de la Asociación de Mujeres Operadoras de Carga (AMO) en Tijuana, Baja California, materializa su proyecto convertido en realidad, luego de 10 años de trabajo.
Su primer contacto con el transporte fue cuando estudiaba la licenciatura en Administración de Empresas, en la Universidad Autónoma de Baja California campus Tijuana, estudio que combinó con el trabajo y, donde gracias a su talento, se colocó como la primer gerente técnico de Verificación en Baja California, acreditada por la Entidad Mexicana de Verificación.
“En ese momento no le tomaba importancia a lo que implicaba y lo que significaba en mi carrera. Hoy tengo una firma de consultores y soy presidenta de AMO. Creo que el transporte te engancha y te enamora”, destaca con la satisfacción y plenitud de alguien que va alcanzando sus objetivos y se va abriendo paso en la vida profesional.
La tarea no ha sido fácil, pues abonar a disminuir el déficit de conductores de manera profesional, con un grupo conformado por cerca de 50 mujeres, se torna complicado, principalmente para una mujer, en un ambiente dominado por hombres.
Romper mitos
Transformar el “no” en un “sí”, es un desafío laboral para el común de las mujeres profesionistas que buscan ser escuchadas. Reto que lleva a Paola Moncada a trascender el nombre de AMO, pues quiere romper los mitos de que las mujeres no saben manejar, no pueden conducir un vehículo de carga o no tienen la capacidad para ello.
“Sueño, porque los sueños se hacen realidad, sueño que la organización tenga representación en todo el país, que dé vida a varias generaciones de mujeres operadoras. Sumar a más actores a ese programa de profesionalización y formación, por ejemplo, las empresas transportistas, lo cual requiere sensibilizar a la industria de que son mujeres con todas las capacidades para operar un camión”, señala al tiempo que las alas de su imaginación se abren para seguir soñando que esto puede ser posible.
Aunque esto signifique que en algún momento AMO deje de existir, porque ya no se va a necesitar, porque será una normalidad, que cualquier mujer que decida ser conductora pueda capacitarse y obtener un trabajo, porque ya se abrió camino por sí sola.
Diferencias y oportunidades
Más allá de las diferencias y similitudes palpables que existen entre el centro y la frontera del país, Paola Moncada precisa que cada región tiene su peculiaridad y su manera de hacer negocio. En la zona fronteriza, donde radica, la economía se mueve gracias al intercambio comercial entre México y Estados Unidos.
A nivel nacional, coincide en la preocupación por los altos índices de inseguridad carretera, la creación de paraderos seguros, una mejor infraestructura, movilidad y mejores condiciones de seguridad para hombres y mujeres.
Valores
Hija de familia, originaria de Tijuana, Paola Moncada se rige por la honestidad, el compromiso, responsabilidad, profesionalismo y amor. Siendo éste último sentimiento el que más le da sentido a su vida en todo lo que hace y lo que la mueve a trabajar con el corazón.
“Agradezco a Dios, a la vida y a mi familia. Algo importante es que si la casa no está bien, lo demás no puede estar bien, tengo en casa a mis papás, que son los principales porristas que no me han detenido, y me dicen, ‘vas a llegar tan lejos como tú quieras’, porque el límite se lo pone uno mismo, de eso se trata”.
Sabe que no por el hecho de ser mujer tendrá una oportunidad, al contrario, “si peleamos por un lugar en la mesa y ser escuchadas, es porque tenemos algo que aportar, no por el hecho de ser mujer. Yo le digo a las mujeres que pierdan el miedo y confíen”, añadió.
El legado de Paola busca abrirle puertas a las mujeres y que tengan oportunidades por sus capacidades y profesionalismos para que existan las condiciones de equidad e igualdad.
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