La seguridad vial depende en gran medida de contar con vehículos en perfectas condiciones, desde las llantas, suspensión y por supuesto el sistema de frenos.
Tal cómo se explicó en el número pasado (Alianza Flotillera 270) el sistema de frenos se compone de partes neumáticas, mecánicas y eléctricas, y cómo todos los elementos se desgastan o requieren mantenimiento.
Líneas contaminadas. El exceso de humedad, de aceite o de ambos contamina las mangueras, estos contaminantes viajan por estas líneas y se pueden asentar en las válvulas. Cabe recordar que el interior de las válvulas de freno es de hule o tienen empaques de este material su principal agente de contaminación es el aceite, entonces un sistema de freno neumático con alta contaminación nos va a dar como resultado un frenado deficiente.
Fugas en las líneas de aire. Cuando no hay hermeticidad en el sistema de mangueras y conexiones se pueden tener fugas de aire, esto da como resultado que el compresor y secador de aire trabajen más, lo que permite mayor paso de aceite y derivar en el problema de la contaminación en las líneas.
Frenos descalibrados. Cuando la distancia entre la balata y el tambor es mayor a la recomendada por el fabricante se dice que el freno está descalibrado, en este caso si el operador tiene un “frenado de pánico o emergencia” el freno será deficiente. Este tema se debe revisar tanto en el tractocamión como en los remolques.
Aunque la parte neumática y mecánica no han cambiado mucho en los últimos años, la parte electrónica requiere técnicos capacitados.
Con la implementación del ABS, las fallas evolucionaron y se empezaron a encontrar problemas con los arneses, ya que ahora se requiere alimentación eléctrica para el funcionamiento de estos sistemas.
Sensores quemados, daños en las extensiones, sin embargo, al ser un sistema “inteligente” éste se autodiagnóstica ya sea con las lámparas que se encuentran en la parte izquierda de los remolques.
En este punto hay dos formas de diagnosticar con tablas con códigos de destello, con lo que se puede revisar problemas de bajo voltaje, sensores o arneses dañados.
¿Qué viene?
En la parte mecánica está la sustitución de los frenos de tambor por frenos de disco con lo que se podría mejorar entre un 30 o 35% la distancia de frenado.
A su vez, la parte electrónica evoluciona mucho más rápido con sensores de visión 360, freno de emergencia, mantenimiento de carril, etcétera. Todo esto un solo fin, la autonomía.
Fuente: Alejandro Romero Briones, gerente de ventas a nivel nacional para cuentas de Equipo Original de Remolque de Meritor y miembro del Consejo de Mantenimiento y Tecnología (CMT).
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