La implementación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se dio en contexto mundial retador debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la crisis de salud a causa del COVID-19, situaciones que pusieron a la economía mexicana y global en jaque.
Para apoyar a la pronta recuperación del país, el T-MEC es la oportunidad para “impulsar al comercio como un motor de la economía para establecer una cadena de proveeduría”, afirmó Luz María de la Mora Sánchez, subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaria de Economía (SE).
En el webinar “La oportunidad del T-MEC”, que organizó la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), su presidente Enrique González Muñoz, reconoció que los meses de abril y mayo fueron los más complicados al cerrar diversas industrias como la automotriz, de construcción y minería.
Con la reapertura gradual de las actividades, así como la entrada en vigor del T-MEC, ven una oportunidad para que el sector del autotransporte reafirme su importancia para “mover” a la economía nacional.
En su presentación, De la Mora Sánchez, recordó que el 70% del comercio se da por la vía terrestre y con la puesta en marcha del tratado comercial se abre la puerta para atraer inversión extranjera directa, pues el T-MEC trajo certidumbre a la región. “México es plataforma de exportación gracias al T-MEC y a los acuerdos comerciales con la Unión Europea y Japón”
Reconoció que a nivel mundial, el comercio podría caer hasta un 30%, pero también recordó que como región América del Norte representa la segunda economía más grande del mundo y aquí se mueve el 16% del comercio a nivel global, por lo que la caída nacional podría ser menos dramática.
La integración de la región, le da al país certidumbre, situación que no tienen otros países, con la preservación de la integración de la región.
Entre los requisitos que indicen directamente en el autotransporte y el comercio exterior destacan: el decreto de tasas arancelarias donde se dan a conocer los mecanismos de importación de mercancías originarias, así como las disposiciones del trato arancelario preferencial y devolución de aranceles, las reglas generales de comercio exterior y los datos mínimos para la certificación de origen.
La subsecretaria puso especial énfasis en el capítulo 15 que habla sobre el transporte transfronterizo y la reservas que hizo Estados Unidos para “proteger” a sus operadores del transporte de carga.
Para la especialista, la implementación del T-MEC es una oportunidad para que los transportistas se incorporen a los servicios transfronterizos. La oportunidad ahí se encuentra, solo hay que aprovecharla.