La fracción del del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado, propuso que se debería aplicar el uso del alcoholímetro en carreteras y autopistas federales, y conjuntamente endurecer las sanciones por manejar en estado de ebriedad.
Esta reforma se presentó en la sesión ordinaria del 11 de febrero de éste año, por los senadores Ivonne Álvarez García, Angélica Araujo Lara y Jesús Casillas, y plantea modificar la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, y el Código Penal Federal.
La Reforma plantea sancionar hasta con 200 salarios mínimos a quien en la prueba de alcoholemia se le detecten de 50 a 80 miligramos de alcohol. También se propone el arresto administrativo inconmutable de 12 a 24 horas al conductor que presente de 81 a 130 miligramos de alcohol por 100 mililitros de sangre o de 0.41 a 0.65 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
Aquellos que rebasen los 130 miligramos de alcohol podrían ser arrestados de 24 a 36 horas, si son sancionados dos veces en dos años podría revocárseles la licencia de manejo.
Si el chofer rebasará los 150 miligramos de alcohol en la prueba, podría ser sancionado con una condena de seis meses a dos años en prisión, pagar una multa de 300 salarios mínimos y perder automáticamente su licencia.
Ésta misma condena se aplicaría a los que conduzcan bajo el influjo de drogas y cometan infracciones en los reglamentos de tránsito, a parte de las sanciones que le correspondan si causa daño a personas.