El terremoto de 7.4 de magnitud ocurrido en la prefectura de Fuskushima, en Japón, podría agravar la escasez de semiconductores, o chips, a nivel global.
Y es que la empresa Renesas Electronics, fabricante de semiconductores o chips, tuvo que suspender operaciones en tres de sus plantas ubicadas en la zona del terremoto, en el Pacífico.
Las plantas afectadas en Japón por el fenómeno producen componentes para el sector automotriz, lo que podría agregar presión a la actual crisis por falta de chips y otros componentes.
De acuerdo con información de la empresa, las plantas Renesas Semiconductor Manufacturing, ubicadas en Nara y Takasaki, tuvieron apagones temporales y esperan reanudar operaciones una vez que se evalúen los daños del terremoto. En tanto que la planta Renesas Electronics Corporation reanudó parcialmente las operaciones.
Las empresas Toyota y Nissan suspendieron temporalmente operaciones debido al terremoto, aunque que ya fueron reanudadas, en tanto que el proveedor Hitachi Astemo evalúa cuándo reanudar, según medios locales.
Crisis agravada
Recientemente se informó que el conflicto militar entre Rusia y Ucrania podría agravar el mercado global de semiconductores, ya que los dos países son proveedores de las empresas fabricantes de estos componentes esenciales para industrias como la automotriz o la electrónica.
Ucrania es el proveedor del 90% de neón de grado semiconductor (esencial para los láseres utilizados en la fabricación de chips) de Estados Unidos; además de que Rusia es un proveedor importante de paladio, un metal utilizado en sensores y otras aplicaciones electrónicas.
La falta de chips comenzó cuando la pandemia de COVID-19 trajo un desajuste entre la oferta y la demanda en industrias que requieren de estos componentes, como es el caso de la electrónica y la automotriz, provocando afectaciones en las plantas de vehículos en todo el mundo, algo que ahora podría agravarse con el reciente terremoto de Japón.
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