El servicio de movilidad compartida Urbvan comenzó a operar en Ciudad de México como una alternativa al transporte público tradicional y al uso del vehículo particular, con una oferta que combina lo mejor de los dos mundos: comodidad y seguridad con ahorros de esfuerzo y dinero.
Urbvan es un servicio de transporte mediante vanes que funciona por medio de una aplicación móvil, en la que el consumidor puede comprar un pase en alguna de las rutas establecidas y presentarse a la hora y lugar acordado para hacer su viaje de una manera cómoda y segura.
Además de que se ofrece el servicio de transporte de personal con rutas y horarios diseñados en conjunto con la empresa interesada en contratar los traslados, o bien como transporte que es usado de la misma forma que para el consumidor de a pie, sólo que subsidiado por la empresa.
Si bien es un servicio que puede parecer novedoso, esta empresa 100% mexicana vio la luz hace cuatro años del ingenio de dos “millennials”: Renato Picard y Joao Albino.
Estos emprendedores que apenas rondan la treintena de edad y cuyo foco se encendió al ver el martirio que significa viajar hacia la zona de Santa Fe en la Ciudad de México, donde el transporte público es insuficiente, el particular es desgastante y los servicios de transporte individual son costosos.
De tal suerte que de ahí nació la idea de dar un servicio que otorgue al mismo tiempo comodidad, seguridad y confiabilidad, por una fracción de precio que sería viajar en un servicio con auto particular y olvidándose del desgaste de conducir el vehículo propio, según cuenta a Alianza Flotillera Vicente Torres, director de Asuntos Públicos de Urbvan.
Aunque la empresa comenzó desde cero hace menos de un lustro, a la fecha tienen en circulación alrededor de 400 vehículos, los cuales operan bajo un esquema híbrido, es decir, con alrededor de una centena de unidades propias y el resto con socios que se han sumado a la oferta con sus propios vehículos, mismos que tienen que cumplir con rigurosos lineamientos para poderse integrar.
Estos requisitos van, de acuerdo con Torres, desde el rigor en las rotulaciones de las carrocerías, hasta el modelo específico a utilizar, cuya antigüedad no rebasa los cinco años y tienen capacidad de 12 a 20 pasajeros, la instalación de cámaras de circuito cerrado, botones de pánico y GPS, todo monitoreado desde el centro de control de la empresa.
Todo esto con la finalidad de mantener el control de los vehículos que se utilizan, de la misma manera que se tiene cuidado especial con los cerca de 400 anfitriones que se encargan de conducir las unidades, ya que deben pasar por procesos de capacitación y certificación.
“Nos aseguramos todo el tiempo de que la calidad de nuestro servicio sea la máxima posible, eso hace una gran diferencia en el mercado”, señala el directivo.
Como toda buena startup, Urbvan se ha podido mover con agilidad ante los cambios propiciados por la contingencia sanitaria ocasionada por COVID-19, tiempo en el que sus operaciones de transporte de personal vieron un crecimiento considerable.
“El nivel de estrés, creatividad y adaptación que requirió es lo mismo que venimos haciendo desde hace cuatro años”, comenta Torres al hablar sobre la experiencia con la pandemia.
Y es que no sólo hubo una adaptación del mercado a atender, sino también inversiones en equipo de seguridad en los vehículos, reducción de aforos e incluso en capacitación del personal en cuestiones sanitarias.
“Tenemos perspectivas de crecimiento interesantes, la pandemia nos hizo replantearnos muchas cosas para bien y encontrar oportunidades dentro de la crisis”, señala el directivo.
Sobre el horizonte que se vislumbra para la empresa, el cual parece ser claro, está el de inversionistas interesados en el proyecto y ambiciosos planes de crecimiento en México y en América Latina.
Actualmente, Urbvan tiene presencia en nueve ciudades mexicanas y estudia cerca de 20 más en otros países en los que puede comenzar a operar próximamente, siempre con la intención de mejorar la calidad de vida de las personas con más opciones de transporte, explica el directivo.
“Donde veamos que hace falta una solución de este tipo, y sobre todo donde podamos integrarnos de manera armónica y contribuir de manera positiva al sistema de movilidad de las ciudades, entonces ahí iremos”, reitera.