Volvo Buses puso a prueba una unidad Volvo 7900 que es completamente eléctrica y autónoma, gracias a sensores y controles de navegación que son analizados por una inteligencia artificial que toma decisiones en el camino y que además está protegida de hackeos.
Con una capacidad para 85 pasajeros, este autobús tiene cero emisiones y requiere 80% menos de energía que uno de diésel y de tamaño similar.
“Nuestro autobús eléctrico con tecnología autónoma representa un paso importante hacia nuestra visión de una ciudad más limpia, segura e inteligente. El viaje hacia la autonomía total es sin duda complejo”, señaló Håkan Agnevall, presidente de Volvo Buses.
Entre los sensores que equipan este Volvo 7900, están los que detectan luz, alcance, cámaras de 360 grados y una avanzado sistema de GPS que se acoplan con múltiples fuentes.