En el marco de la “Conferencia sobre vehículos eléctricos: una opción verde y viable para flotillas”, auspiciada por General Motors (GM) de México y General Electric (GE), el Instituto de las Américas del estado de California presentó los resultados de la investigación acerca de los vehículos eléctricos en México, en donde se mencionan los beneficios económicos, sociales y ambientales de esta tecnología, así como la necesidad de una política pública integral a nivel nacional que apoye su desarrollo y permita a México mantener una posición global destacada en la industria manufacturera, encaminada a la adopción de los avances tecnológicos a nivel de la industria automotriz global.
El estudio titulado “Vehículos eléctricos en México: una opción verde y viable para flotillas”, complementa de manera importante una serie de acciones emprendidas por diferentes empresas, gobiernos locales y funcionarios del gobierno federal encaminadas a promover la adopción de autos eléctricos en el país, como por ejemplo, el programa piloto entre General Motors de México y General Electric anunciado recientemente, que consiste en el uso de una flotilla de prueba de vehículos eléctricos de rango extendido Chevrolet Volt por un grupo de ejecutivos y empleados de GE en nuestro país, que podrán utilizar la última generación de estaciones de recarga WattStation™, las cuales hacen más eficiente el consumo de la energía y serán colocadas en el corporativo de GE en Santa Fe y otras instalaciones de la misma empresa, en otros estados del país.
“Nosotros estamos listos para ofrecer esta tecnología y sin duda queremos traer este vehículo Chevrolet Volt a gran escala a nuestro país, pero necesitamos ser muy responsables en este paso de México hacia la vanguardia”, comentó Ernesto M. Hernández, presidente y director general de General Motors de México. “Este programa piloto y el estudio realizado con el Instituto de las Américas, son para nosotros ejercicios cruciales para entender condiciones de uso, infraestructura y factores económicos que nos permitan apoyar en la creación de una política pública adecuada, que facilite en el mediano plazo la adopción de este tipo de tecnologías en México”.
La investigación realizada por el Instituto de las Américas resalta que el uso masivo de vehículos eléctricos en zonas urbanas generaría beneficios ambientales y económicos, así como nuevas fuentes potenciales de empleo en la manufactura de automóviles y baterías. Asimismo establece que las empresas podrían impulsar el uso de esta tecnología a través de la compra de flotillas de vehículos de bajas o cero emisiones, con una inversión pública relativamente modesta en el corto plazo, lo que les permitiría reducir costos energéticos en un tiempo determinado. De acuerdo con este estudio, si bien se requiere de políticas públicas para impulsar el uso comercial de autos eléctricos, el costo total de los autos eléctricos son financieramente atractivos para las flotillas de empresas públicas y privadas.
Para que la adquisición de esta tecnología sea viable, el estudio demuestra que en las condiciones actuales de nuestro país, variables tales como recorridos diarios de alto kilometraje y los “sitios” o puntos fijos de estacionamiento y recarga, son claves para que la inversión alcance y supere el punto de equilibrio con respecto al costo de propiedad, lo que hace de los segmentos de flotillas de taxis y corporativas, candidatos viables para proyectos de introducción de esta tecnología en México. Eventualmente, la adopción por más consumidores requeriría mayores incentivos gubernamentales enfocados a la adquisición de vehículos e infraestructura de recarga.
“Para GE, apoyar e impulsar la instrumentación de políticas que favorezcan la adopción masiva de autos eléctricos, es una de nuestras prioridades; es por ello que estamos invirtiendo en áreas clave para el desarrollo de esta industria: adquiriendo autos eléctricos para crecer su penetración, colocando nuestra infraestructura de recarga para el despliegue de vehículos en proyectos piloto, y desarrollando soluciones de redes inteligentes para que los autos eléctricos puedan conectarse a la red sin afectar las operaciones de CFE”, comentó la presidenta y directora general de GE México, Gabriela Hernández. “En GE, creemos que la adopción a gran escala tanto de autos eléctricos como de estaciones de recarga promoverá la innovación en energía limpia, contribuirá significativamente en la reducción de emisiones y ofrecerá valor económico a los usuarios”.
Para aprovechar totalmente los beneficios ofrecidos por los vehículos eléctricos, el Instituto menciona que es indispensable una relación estrecha entre los sectores público y privado, en la que las entidades relacionadas de los tres niveles de gobierno cooperen con las partes interesadas, como son los propietarios de flotillas, empresarios y fabricantes.
En este sentido, el estudio señala que existe una oportunidad para que el gobierno de México pueda explorar nuevos proyectos de tecnología de transporte sustentables, que ofrezcan calidad ambiental y crecimiento económico. La electrificación del transporte por carretera podría cambiar radicalmente la organización y la sustentabilidad ambiental para la movilidad en las zonas urbanas del país. Además, los vehículos eléctricos presentan importantes oportunidades para la economía nacional, para la creación de empleo y para la competitividad global de las industrias automotriz y de autopartes.
Esta tecnología representa un apoyo importante para la reducción de la huella de carbono de México, siempre y cuando exista la posibilidad de actualizar el parque vehicular del país que en promedio tiene 15 años de antigüedad. De acuerdo a un análisis de eficiencia energética realizado por el Instituto, cada vehículo eléctrico ahorraría un kilogramo de CO2 por cada 10 kilómetros recorridos, en comparación con su equivalente nuevo de gasolina.
En cuanto al costo, no obstante que la energía eléctrica es más cara, el Instituto señala que los vehículos eléctricos ahorran un 48 por ciento del gasto en energía requerido por sus análogos de gasolina, gracias a la eficiencia energética que ofrece su tren motriz. Esto representa para los consumidores un ahorro de 4.5 pesos por cada 10 kilómetros de recorrido, que sin embargo no es suficiente debido al impacto negativo por el subsidio a los combustibles y el costo actual de esta tecnología que deberá mejorar en el tiempo.
El documento concluye con una serie de propuestas para ayudar a calibrar una política pública a nivel nacional durante el periodo 2013-2014, incluyendo programas piloto de vehículos y estaciones de recarga, análisis de las tarifas eléctricas, así como la aplicación de las actuales normas de emisiones de vehículos en todo el país.