La ola de inseguridad que azota las carreteras de México merma las ganancias y encarece las coberturas de la línea de negocio “equipo pesado”.
De acuerdo con Guadalupe de la Torre García, directora de daños de Lockton México, las aseguradoras que en la actualidad trabajan en ese rubro sólo son cuatro, cuando en el pasado se rondaban las 20. Esta situación permanece desde finales de 2016 hasta lo que va de 2018.
Esta baja se ha dado porque hay “alta incidencia en robos y por tanto las compañías de seguros, aunque cobran primas, ya no son suficientes para soportar estos riesgos”, afirmó.
Dicha situación, además de que en México no existe una cultura del aseguramiento, propicia que las firmas se salgan de la jugada o bien cobren primas con incrementos de hasta 200 por ciento, por lo que hay clientes que no pueden pagar, dijo la entrevistada.
Por su parte, Margarito Villa Carapia, de la subdirección de riesgos de Quálitas, hizo un llamado a organizar mesas de trabajo con autoridades carreteras, policía federal, gobiernos estatales y municipales para combatir la creciente ola de crímenes en contra del autotransporte de carga. Esta aseguradora tiene afianzado el 47% de los camiones y tractocamiones que circulan en México.
De la Torre aseveró que el robo de este tipo de unidades representa un impacto mayor, ya que el valor de los vehículos es muy alto, de alrededor de $2 millones de pesos. En contraste, aunque los accidentes se pueden dar con frecuencia, en general no son tan severos como para declarar pérdida total.
“En el caso de robo de manera específica, a través de la AMIS, tenemos que se han incrementado en 85 por ciento, esto en el robo a transporte, estamos hablando de 2017 a 2018, lo cual es mucho e insostenible financieramente para las empresas transportistas y para las propias aseguradoras”, afirmó.
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