BRT: Dos décadas de retos y nuevas perspectivas

Los sistemas BRT han venido La dar un respiro a la movilidad de las ciudades mexicanas, aunque el camino ha sido largo

BRT dos décadas

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A dos décadas de su lanzamiento, hoy en México es común la implementación de los sistemas BRT (Bus Rapid Transit), sobre todo en las ciudades grandes y medianas, aunque hasta hace no mucho esta solución para la movilidad era poco conocida e incluso generaba cierto recelo entre la población.

El BRT es una modalidad de traslado de pasajeros en las ciudades caracterizada, principalmente, por tener carriles exclusivos, infraestructura de estaciones para abordar y tiene como eje principal priorizar el transporte público sobre los vehículos particulares.

El primer antecedente de un sistema BRT, de acuerdo con la CEPAL, se dio en la ciudad de Chicago en la década de los 30, cuando se planeó sustituir líneas de ferrocarril por autobuses expresos, lo que posteriormente dio origen al uso de carriles exclusivos.

A este hecho anecdótico le sigue el ejemplo de la ciudad de Curitiba, Brasil, que de la mano del urbanista Jaime Lerner, entonces alcalde, implementó en la década de los 70 un sistema BRT para solventar un boyante crecimiento poblacional.

El primer sistema de este tipo en México se planeó desde finales de los años 90, pero fue hasta inicios de los 2000 cuando comenzó a construirse y operar el denominado Optibús en León, Guanajuato, convirtiéndose en el pionero y uno de los que sentaron las bases a una modalidad que hoy tiene presencia en alrededor de 14 ciudades.

En línea con esta tendencia, Ciudad de México fue la segunda en subirse, en 2005, con el Metrobús, que hoy cuenta con siete líneas y la expectativa de seguir creciendo, incluso con la implementación de un corredor completamente eléctrico.

De ahí en adelante se han subido al BRT estados como Jalisco, Nuevo León, Chihuahua, Puebla e Hidalgo, entre otros.
Aunque algunos sistemas han tenido más fortuna, es un hecho que la implementación ha atravesado retos importantes, muchos de los cuales aún se siguen enfrentando, a más de 20 años de distancia del primero.

Dos décadas de retos

José Juan Hernández, especialista técnico de movilidad en el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), señala en entrevista con Alianza Flotillera, que uno de los primeros retos que enfrentó el BRT en México fue el fortalecimiento institucional necesario para gestionar y regular un programa de este tipo.

A este desafío, según el experto, se suma la transformación de concesionarios para constituirse como empresas formales, un aspecto que ha tenido resultados satisfactorios en Ciudad de México, “es un reto traer a los concesionarios del sistema anterior al nuevo y fortalecerlos como empresas”, señala.

Asimismo, sobre todo en un inicio, se tuvo la dificultad de convencer a la población y a los automovilistas que estos sistemas traen beneficios que bien valen reducir los carriles, sumándose a estos retos, el de mantener la calidad del servicio y la adaptación a las ciudades medianas, que por sus características no siempre se empalman al modelo.

En ese sentido, el experto destaca que de pronto se quiso tomar el BRT como una moda o la panacea, incluso tratando de implantarlo donde no se requiere. “No forcemos a implementar un sistema de estas características cuando la ciudad no lo necesita”, señala al mismo tiempo que recuerda que hubo lugares que sí lo entendieron y otros que se aventuraron a la puesta en marcha.

Más allá de los obstáculos

Pese a los desafíos que en estos 20 años ha enfrentado el sistema, es un hecho que ha dejado beneficios tangibles para la movilidad, mismos que se cuentan desde el hecho de que la infraestructura priorice al transporte público, hasta mejoras a los usuarios en términos de comodidad, mayor capacidad de los vehículos y cuidado al medioambiente.

Lo anterior de acuerdo con el especialista de WRI, que también destaca que desde la implementación del BRT hay mayor eficacia y rapidez en los servicios, llevando velocidades promedio desde los cinco a los 18 km por hora.

Lo cierto es que esta modalidad de transporte sigue más viva que nunca. Muestra de ello es la reciente inauguración de Mi Macro Periférico, que conecta la zona metropolitana de la capital jalisciense en una extensión de más de 41 kilómetros, 42 estaciones y una inversión que asciende a los ocho mil 943 millones de pesos.

Obra a la que se suman los planes de conectar sistemas BRT en la Ciudad de México con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, o el reciente anuncio de constituir una línea de Metrobús 100% eléctrica en la capital del país.

“Este sistema ha venido a mejorar y dar una perspectiva diferente a la movilidad de las ciudades mexicanas”, destaca Hernández de WRI.

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