Ante el reinicio de operaciones en la “nueva normalidad”, toma mayor relevancia para las empresas invertir en insumos que les ayuden a cuidar a todos sus colaboradores, proveedores y, por supuesto, a sus clientes con lo que la cadena se suministro gana importancia.
Es por ello que, en este reciente escenario las cadenas de suministro deben identificar sus nuevas necesidades, al mismo tiempo que dan seguridad de que sus procesos cuentan con una garantía de sanidad y cumplen en tiempo y forma los compromisos ofrecidos a sus consumidores.
Pero ¿qué sigue ante este escenario todavía incierto? Diversos estudios revelan que en promedio cinco de cada 10 personas gastarán menos de como solían hacerlo, 2.5 gastará más y 2.5 gastará igual. Aunque el e-commerce tomará relevancia en el futuro, cinco personas de cada 10 optarán por comprar en ambos canales.
Es un hecho que la vida cambiará y que la pérdida de ingresos, la inseguridad, el riesgo latente de un nuevo pico de contagios, presionará a que las cadenas de suministro tengan que evolucionar de manera acelerada. Si bien ya lo venían haciendo antes de la pandemia, ahora tendrán que tomar en cuenta los siguientes aspectos para no tener sobresaltos:
Contar con protocolos de sanitización, las medidas implementadas en la Fase II servirán de base para las siguientes etapas:
- Planeación, el contar con proyecciones y escenarios colaborativos semanales, dará la oportunidad de alinear a la compañía a un solo objetivo y facilitará la ejecución.
- Contar con un plan de recuperación de desastres o plan de continuidad del negocio, donde la compañía pueda identificar riesgos y con estos generar propuestas de solución que aseguren su continuidad.
- Balance entre la demanda ajustada y la capacidad instalada.
- Dividir las cuadrillas de trabajo y evaluar la continuidad de home office para los colaboradores que no requieren estar en las instalaciones.
- Tener comunicación y colaboración constante con todos los eslabones de la cadena.
- Para las cadenas de suministro descentralizadas evaluar qué instalaciones realmente son necesarias.
- Aprovechar y potencializar el uso de la tecnología.
- Evaluar los nuevos procesos derivados de la venta online, la tecnología, el manejo de materiales y el capital humano.
- Crear un Road Map tecnológico de cara a la omnicanalidad.
- Tener al cliente como centro de todas las operaciones.
Sin duda esta crisis nos dejará aprendizajes que nos permitirán salir fortalecidos, pero debemos actuar rápido.
Por: Víctor Espejel, director de cadena de suministro de Grupo Julio, #SoyLogístico