El regreso a las actividades no es tan sencillo como parece, además de cumplir con los requisitos de salud que exige el gobierno, varias compañías tendrán que hacer ajustes en sus cadenas de suministro y de almacenaje, revisar sus inventarios, prácticamente “aceitar la maquinaria” antes de volver a encenderla.
“La cadena de suministro es un sistema dinámico que cambia y evoluciona”, explicó David Lara, project manager de la Universidad LDM y con el reinicio de actividades hace un llamado a las empresas para “hacer una retrospección, saber dónde están sentadas, cómo fabrican o comercializan los productos, quién los distribuye, cómo les llega a los clientes”.
Una vez hecha esta reflexión se tiene que pasar a la acción, es decir desarrollar estrategias que permitan mantener a flote a la compañía.
Una de las recomendaciones es reducir los costos en la cadena de suministro, sin afectar la calidad y entregas a los clientes, sino encontrar que procesos se pueden mejorar para eficientar el trabajo.
En el webinar “¿Cómo reducir los costos de mi cadena de suministro?”, que organizó la Universidad LDM, el especialista explicó que antes de hacer planes, se debe medir todos los procesos, “lo que no se mide no se puede mejorar”.
Una vez hecho esto propone tres estrategias para reducir costos: reevaluar a los proveedores, aquí se incluyen los gastos de transporte y consolidación de envíos; reevaluar los niveles de inventarios y el diseño de los centros de distribución (cedis) y corrección del tamaño de la fuerza laboral y evaluación de los procesos. “Cada uno de estos procesos de mejora y actualización se deben poner por escrito”, aseguró.
Para el especialista, es necesario evaluar los compromisos que se tienen con los transportistas, revisar convenios, hacer auditorias para que el servicio que proporcionen sea de la más alta calidad. Señaló qué por dimensión, los vehículos, deben ir al 85% de su capacidad y por peso arriba del 90%.
Además, indicó que se debe analizar el costo del producto y el costo del transporte, pues hay ocasiones que objetos de rango bajo, con un costo ínfimo tienen que llegar a Mérida o Tijuana y el envío duplica o triplica el precio original del producto.
Recordó que con la crisis de salud, varias de las grandes tiendas de retail modificaron sus formas de transporte al contratar de forma temporal a nuevos competidores para cumplir con el aumento en la demanda en las entregas de última milla.
El especialista puso especial énfasis en siete puntos para lograr una disminución en los costos de la cadena.
Definir objetivos y el alcance de las estrategias.
Localizar los costos directos de cada cedis.
Clasificar las actividades.
Seleccionar los inductores de costo por actividades.
Asignar los costos indirectos y los costos de transacción.
Reducción de los costos de acuerdo a las estrategias consensadas.
Implementación de proyectos y tecnología para la reducción de tiempo, ciclo y stock.