El transporte público en la capital del país es un tema central en los ámbitos político, económico, social y de salud pública, sobre todo si hablamos de los llamados microbuses, medio de transporte que traslada a alrededor de 11 millones de pasajeros a diario con unos 18 mil microbuses obsoletos.
Jorge Suárez, asesor en Electromovilidad, Transporte Público e Innovación Urbana de Volvo Group México, considera que estas cifras implican un reto en términos de inversión para la renovación de estas flotas, además de la búsqueda de las mejores opciones para realizar estas acciones.
El experto señala que lo principal sería introducir 3 mil nuevos autobuses con nuevas tecnologías, tomando en cuenta que la mejor opción a corto plazo sería la adopción del diésel Euro 6 como estándar en la flota de autobuses de 12 metros, mismos que implicarían reducciones superiores a 90 por ciento en términos de óxidos de nitrógenos (NOx) y partículas (PM), en comparación con las unidades sujetas a renovación.
“Si bien, el Euro 6 implica un sobreprecio en el vehículo, éste puede compensarse parcialmente con un mayor rendimiento de combustible y aún más considerando los efectos positivos en la salud y el ambiente”, señaló el experto.
Además, dijo, no se requiere infraestructura especial para la adopción de este tipo de vehículos.
En el caso de los híbridos, eléctricos y el gas natural comprimido, el experto señala que los dos primeros significarían grandes retos financieros y de infraestructura, mientras que el último es aun más complejo, puesto que es menos eficiente que el diésel, además de que no es sustentable debido a que tiene mayores emisiones de CO2.