En las instalaciones de la Cruz Roja Mexicana en la Ciudad de México, laboran cuatro personas encargadas del mantenimiento preventivo de las unidades, el cual consta únicamente en el cambio de aceite y filtros, así como del servicio de frenos.
Todas las demás revisiones y composturas son hechas en la agencia o taller mecánico, ya que la institución no cuenta con la herramienta necesaria y por ahora no piensan invertir en ella porque hay otras prioridades.
Una vez que vence el servicio de mantenimiento que las agencias ofrecen, comentó Isaac Oxenhaut, cada delegación determina si renueva el contrato o si a partir de entonces los vehículos serán llevados a los talleres mecánicos que elijan. Por tal motivo, la Cruz Roja Mexicana no cuenta con un sólo proveedor de este tipo de servicios ni de refacciones.
La Cruz Roja Mexicana no adquiere únicamente vehículos nuevos, sino también seminuevos, pero el mantenimiento de estas unidades representa un gasto mayor, pues en cualquier momento pueden presentar fallas costosas como lo es la caja de velocidades; o suelen requerir de llantas nuevas frecuentemente.
El coordinador de socorros considero que las unidades deben operar un máximo de cinco años, pues pasado este tiempo los que hacen uso de ellas ya no se sienten con la misma seguridad, por las fallas que pudieran presentar.
Actualmente, la flota vehicular de la institución tiene un promedio de 12 años de utilidad, aunque también cuentan con unidades adquiridas en 1985.
“Lo óptimo sería renovar todas nuestras unidades pero no podemos destinar el cien por ciento de los donativos para la compra de ambulancias”, afirmó Gruszko al recordar que tienen otras prioridades como la construcción de salas de primeros auxilios.
Gracias a los donativos económicos, el año pasado algunas de sus delegaciones obtuvieron ambulancias nuevas, como el caso de Chihuahua, que recibió 20 vehículos y en Tlaxcala dos.
No todos los vehículos adquiridos vienen a reemplazar unidades, “a veces sustituyen algunas, pero en otras ocasiones no nos podemos deshacer de vehículos que realmente necesitamos”, comentó Isaac Oxenhaut, quien espera que para el 2013 la institución cuente con una flota con un máximo de seis años de utilidad.
La Cruz Roja Mexicana agradece el apoyo que ha recibido por parte de los mexicanos, ya sea con donaciones económicas o en especie. Empresas como el Nacional Monte de Piedad, Fundación Azteca y Fundación Río Gonzalo Arronte, contribuyen duplicando la aportación económica que la asociación civil hace.
La institución recibió recientemente un camión ELF500 por parte de la empresa Isuzu, con su respectivo servicio de mantenimiento válido por el tiempo que sea requerido.
A las armadoras, Isaac Oxenhaut los invita a que donen vehículos a la Cruz Roja Mexicana, “y que sepan que esas unidades van a ser en beneficio de la población, ya que servirán a los mexicanos. Pueden ser vehículos, aceite, filtros, sistemas de rastreo satelital. Lo que nos quieran donar, a todo le sacamos provecho”, afirmó.
Proveedores
Cada delegación de la Cruz Roja Mexicana tiene sus propios criterios de adquisición, renovación, configuración y reparación de unidades; sus proveedores no son claramente identificados como tales; sin embargo, destacan los siguientes:
- Vehículos: Chevrolet, Peugeot, Mercedes-Benz, Volkswagen, Isuzu, Freightliner y Kenworth.
- Carroceros: Conversiones Especiales, FERBEL, y Ambulancias y Conversiones El Dorado
- Filtros: Gonher
- Aceites: Mexicana de Lubricantes
Cruz Roja Mexicana I.A.P. (Institución de Asistencia Privada).
- Fundación: 21 de febrero de 2010.
- Servicios: Médico, de enfermería y socorro.
- Delegaciones: 486 en México.
- Flota vehicular: Compuesta por dos mil ambulancias, 400 unidades de rescate urbano y 200 vehículos administrativos, aproximadamente.