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Del papel a la tarjeta electrónica

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Los sistemas de cobro al pasajero por usar el transporte público han tenido diferentes cambios en los últimos años, permitiendo la incorporación de sofisticados sistemas para un mayor control y seguridad durante la operación.
El sistema de recaudo del transporte público en el país ha pasado por diferentes procesos para pagar el servicio, desde el comprobante del pago con boletos de papel hasta el uso de tarjetas electrónicas, operación que hoy es la forma más común y segura de hacerlo.

Años atrás, el comprobante del pago con boletos de papel implicaba  una inversión reducida en tecnología, además de que el sistema de operación era lento, prestándose al fraude; el operador constantemente tenía pérdidas económicas al casi no existir parámetros de seguridad.

Y ante esa situación, al paso del tiempo, en la década de los setenta surgió la segunda generación de estos sistemas de cobro: los llamados magnéticos o electrónicos, cuyo soporte tecnológico ofrecía un mayor control y seguridad en las operaciones.

Sin embargo, este método representó una inversión muy fuerte debido a las implementaciones tecnológicas, además de que los costos de mantenimiento resultaron más elevados, ya que se utilizaban instrumentos mecánicos para su operación, siendo frecuentes las descomposturas.

Ahora, la tercera generación en estos sistemas de recaudo funciona mediante tarjetas inteligentes o sin contacto, tecnología que no muchas empresas han implementado debido a la falta de difusión y desconocimiento por parte de los empresarios.

Beneficios
Los sistemas inteligentes de cobro han venido a transformar la forma de pago en el transporte público, aportando una serie de beneficios, entre los que destacan: mayor seguridad respecto a los anteriores medios de pago, lo que se traduce en un mejor control de ingresos, así como eliminación de fraudes y recaudaciones más elevadas.

Otra de sus virtudes es la mejora en la inspección de las operaciones logísticas, ya que los administradores de las unidades tienen a su disposición más información sobre las diversas tareas que se realizan.

En cuanto al costo de su plataforma tecnológica, es menor comparado con la generación anterior; y el mantenimiento es relativamente barato con relación a las operaciones que ofrece.

Asimismo, esta tecnología favorece la integración entre distintos medios de transporte como el Metro, autobús y  trenes suburbanos; además puede implementarse en diversos soportes de plástico o papel, y es compatible con otras aplicaciones como son teléfonos celulares.

Aplicación real
El Pagobús fue la primera tarjeta inteligente sin contacto en México, se instaló en el 2001 a mil 850 autobuses en el Sistema Integrado de Transporte Público del municipio de León, Guanajuato. Entre las mejoras que ofreció fue un aumento en la seguridad de los usuarios y el incremento en los ingresos.

Hoy en día, el Metrobús de la Ciudad de México utiliza el sistema de tarjeta sin contacto, así como el Sistema de Transporte Colectivo Metro, que lo introdujo a la par del modo de cobro que operaba antes.

Gabriel Reyes, jefe de recaudo del Metrobús, comentó que los beneficios que el usuario de la tarjeta posee son: aumento en la seguridad y comodidad al no tener que manejar dinero en efectivo.

También, permite el incremento en la velocidad de tránsito dentro de la unidad, y en un futuro esta misma tarjeta ofrecerá la posibilidad de ser universal al poder utilizarse para todos los sistemas de transporte existentes en la Ciudad de México y en el país.

El directivo añadió que esta implementación ayuda a los operadores a proporcionar datos confiables de ingresos y aforos, lo que posibilita un mejor control y planeación que otros métodos e incentiva el uso del transporte público.

Otro de los medios de transporte que se ha beneficiado con esto es el Tren Suburbano Buenavista-Cuautitlán, el cual realiza alrededor de 350 mil validaciones o transacciones diarias y cuenta con un sistema de accesos, boletaje y prepago.

Para su operación, se instalaron 114 validadores, 14 máquinas de expedición automática de boletos, 71 torniquetes de tipo trípode, siete expendedores de boletos de salida y 14 terminales de inspección, todo para operar mediante la tarjeta sin contacto.

André Ampelas, exdirector técnico de la RATP (Régie Autonome des Transports Parisiens,  sistema público de transporte de París, Francia) que agrupa al Metro, tranvía, autobuses, entre otros, de acuerdo a su experiencia, resaltó que antes de introducir algún sistema de recaudo es necesario definir claramente cuáles son las necesidades de la empresa, si es preferible manejar el cobro por tarifa plana como el Metro de la ciudad; si es pago por distancia como en los autobuses o por transferencia o validaciones a bordo, como otros modelos de transporte.

A decir de Edgar Enrique Sandoval, especialista en sistemas de recaudo, el método que mejor funciona es el que está más cercano a la cultura del país.

Dijo que es importante tener presente al usuario no frecuente, el cual no necesariamente invierte en una tarjeta, ya que sus necesidades de viaje son pocas, pero aun así representan un porcentaje de las transacciones.

Tecnología
Los sistemas de cobro suponen toda una serie de implementaciones como: equipos de venta de boletos, tarjetas y recarga, aparatos de control de accesos, y  computadoras centrales para la recepción y gestión de información.

Una tarjeta de sistema sin contacto está compuesta por un soporte que puede ser de plástico o papel, tiene un chip o microprocesador en donde guarda la información, además de una antena para enviar y recibir las señales en coordinación con otros equipos.

Una de las máquinas de venta y recarga que usa el Metrobús es la VRT de la empresa Sistema Bitácora Electrónica Automotriz (BEA), que se utiliza para sustituir los centros de venta; se pone en lugares techados, seguros y se conecta a la red de la oficina central para monitorear todos los movimiento que se realizan en ella, de tal manera que se pueden ver las recargas y sus montos.

Al día de hoy, BEA ha desarrollado un sistema de monitoreo de pasajeros, un conjunto de dispositivos electrónicos, programas de software y herramientas administrativas para el transporte.

El componente central de ellos,  es un contador de usuarios que tiene un 98 por ciento de confiabilidad, el cual controla el ingreso tarifario y evita las evasiones.

En la actualidad, el Metro de la ciudad de México utiliza el sistema validador sin contacto Proxibus VPE 415, de la empresa Affiliated Computer Services (ACS), cuyas características son microprocesador RISC de 32 bits, memoria de 2 MB Flash, 8 MB SDRAM, 64 KB SRAM con un display LCD de dos líneas de 16 carácteres.

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