Inversión extranjera El hecho de que FedEx pueda ofrecer el servicio de transporte terrestre en unidades con capacidad mayor a cuatro toneladas, pone, una vez más, de manifiesto las lagunas legales al respecto, y en desventaja a los transportistas mexicanos. Tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo no han querido, o podido, resolver esta problemática. La Constitución reserva el transporte terrestre de cabotaje para las empresas mexicanas, pero la Ley de Inversión Extranjera, promulgada en 1993, liberó el acceso del capital extranjero a las “empresas mexicanas”, sin exceptuar a sectores como el autotransporte, ni siquiera en la figura de la inversión neutra. El tema de la inversión extranjera en el autotransporte de carga es complejo, entre otros aspectos, porque hay incongruencia entre los artículos de la Cosntitución Mexicana, los del Tratados de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la Ley de Inversión Extranjera. Sin duda, el expediente de la regularización de la inversión extranjera en este sector no se resolverá plenamente en lo que resta del sexenio y será un pendiente más para el próximo gobierno. Infraestrutura carreteraMéxico requerirá inversiones en infraestructura por 20 mil millones de dólares al año durante la próxima década, casi 3 por ciento del producto interno bruto (PIB), según estimaciones del Banco Mundial (BM). Esta cifra incluye inversiones en infraestructura carretera, ferroviaria, aeroportuaria y portuaria, factores básicos para impulsar al autotransporte de carga y al multimodal. En su Programa 2000-2006, la SCT menciona que el elemento más importante de la red carretera nacional lo constituyen 14 corredores (de una longitud de 19 mil 263 kilómetros) que dan acceso y comunicación permanente a las principales ciudades, fronteras y puertos marítimos. Durante el sexenio se planea realizar obras en 111 tramos de la red, con una inversión de 72 mil 500 millones de pesos, lo que permitirá tener modernizado 89 por ciento de la longitud total de los 14 corredores. Sin embargo, este panorama se verá modificado por la destrucción causada en la infraestructura carretera, ocasionada por el huracán Stan, en Chiapas. Por cierto, con la destrucción de gran parte de la infraestructura carretera y de puentes en Chiapas, el Plan Puebla Panamá (PPP), un programa de integración regional que prioriza el transporte y las necesidades energéticas corporativos, se ve cada vez más lejos de llevarse a cabo. Y eso que el PPP se consideraba como uno de los proyectos más ambiciosos de esta administración.