Durante su participación en la presentación del documento Diagnóstico y Recomendaciones para la Transición de la Industria Automotriz en México, realizado por el Grupo de Trabajo Alto Nivel México-Estados Unidos para la Electrificación del Transporte en colaboración con la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Alianza MX de la Universidad de California, Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), destacó la importancia de tener una transición gradual a vehículos cero emisiones.
Señaló que la industria de vehículos pesados ostenta el primer lugar como exportador de tractocamiones, además de ser el quinto productor de vehículos de carga y el octavo productor de autobuses en el mundo.
En este contexto, dijo, vamos a ver la convivencia de vehículos diésel de ultra bajo azufre, gas natural y próximamente de hidrógeno.
Reiteró así la importancia de mantener el liderazgo de la industria y aprovechar fenómenos como el nearshoring que tendrá un impacto en las cadenas de proveeduría.
En su intervención, el canciller Marcelo Ebrard celebró que ya se tenga una hoja de ruta estratégica para el beneficio de la industria automotriz, así como de la economía mexicana.
Reiteró que esta política industrial es parte fundamental en los compromisos asumidos por México durante la pasada COP27 que se llevó a cabo en Egipto, donde se anunció la reducción de hasta el 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2030.
José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), reconoció a la SRE por el impulso de estas iniciativas relevantes para la industria automotriz y precisó que se requieren incentivos para los consumidores y para los fabricantes de automóviles a fin de acelerar la adopción de la electromovilidad.
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