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Operadores: pandemia agudiza el desempleo

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Por: Sarai Cervantes / Mireya Peralvillo

“Desde que empezó el problema de la pandemia del coronavirus, la empresa Vitrocrisa detuvo operaciones y eso afectó el movimiento de carga que hacíamos de arena sílica que se utiliza para la fabricación de envases de vidrio. Esa situación provocó que la empresa transportista en la que trabajaba tomara la decisión de despedirme con otros ocho compañeros más”, reveló Alejando de la Rosa, ex operador.

Él perdió su empleo de un día a otro, sin liquidación alguna y sin una explicación del director general de la compañía, la cual tiene sede en Monterrey, Nuevo León; sólo la promesa verbal del departamento de Recursos Humanos que pasado el confinamiento y cuando todo volviera medianamente a la normalidad, recibiría la liquidación que por ley le corresponde.

“La empresa en donde llevaba desempeñándome desde hace más de un año literalmente me bajó del camión; solo se me informó que ya no había más trabajo. Y ahora me encuentro buscando empleo, pero no puedo renovar mi licencia y así es complicado que me contraten en otra empresa”, señaló a Alianza Flotillera.

La situación de Alejandro cada vez es más común en el sector del autotransporte; el confinamiento y los daños colaterales que ha causado la emergencia sanitaria provoca una falta de liquidez para las empresas transportistas quienes no podrán soportar por mucho esta situación y por ende les será complicado mantener su plantilla laboral, coinciden especialistas.

De acuerdo con una encuesta realizada por la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) a mil 242 empresas afiliadas, de las cuales el 85.26% son micros, pequeñas y medianas empresas, se ha registrado una caída del 46.1% las operaciones para sus agremiados, quienes han reportado una pérdida de empleo de los operadores de 1.1%.

“Los empresarios han ‘aguantado’ lo más posible, pero no podrán mantenerse más tiempo sin apoyo. Esta condición no puede prolongarse mucho en el tiempo. Esto es lo que justifica de forma urgente un plan de emergencia para mantener al sector”, afirmó Refugio Muñoz, vicepresidente ejecutivo de CANACAR.

Fidel Reyes, delegado de Aduanas del aeropuerto de la Ciudad de México de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM) comentó que “se soporta con lo que se tiene, un poco de ahorro o créditos, por eso pedimos ayuda para ‘aguantar’ mientras pasa todo esto, pero la verdad creo que muchos podemos desaparecer. Los que tienen una o dos unidades son los más vulnerables, los que van a pagar las consecuencias de la crisis”.

Aunque sus palabras lucen sombrías, los hechos hablan por sí mismos, en el aeropuerto capitalino laboran cerca de 500 empresas transportistas y por el momento, sólo la mitad realiza traslados de mercancías, especialmente materia prima para la industria farmacéutica y salud, así como algunos productos perecederos de primera necesidad, el otro 50% está detenido y aunque tratan de mantener la misma plantilla laboral con goce de sueldo, esto es cada vez más complicado.

“El problema para las empresas de autotransporte es la liquidez, muchas están al borde de la bancarrota, y se espera que las dificultades financieras continúen al menos hasta 2022. Por ello, urge que los gobiernos intensifiquen sus esfuerzos para apoyar a las empresas transportistas”, consideró Umberto de Pretto, secretario general de IRU en un comunicado.

Rocío Sánchez, directora general de Mejora Continua para el Transporte, empresa especializada en servicios de consultoría para la retención de operadores en empresas del autotransporte, reconoció que transportistas que mueven insumos para la industria cervecera o automotriz corren el riesgo de prescindir de los operadores.

“En el segmento del transporte se ‘salvan’ aquellas empresas que mueven alimentos, energéticos y medicamentos, todo lo demás está en crisis y por ende están peligrando muchas fuentes de empleo.

Actualmente estas empresas, dijo, tienen a lo mucho dos meses de solvencia, corren el riesgo de cerrar al tener detenida el 100% de su flota, lo que hace más difícil la conservación de empleos.

De acuerdo con la especialista, esto provocará un mayor déficit de operadores en México, que actualmente suma alrededor de 50 mil conductores, principalmente, porque la retención y captación de conductores se ha complicado por la inseguridad carretera, la fuga de conductores a Estados Unidos y porque muchos están en edad de jubilación.

Este reportaje forma parte de la edición de junio de Alianza Flotillera

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