Si en México desapareciera el doble remolque, el costo de reconversión a unidades convencionales costaría 10 mil 38 millones de dólares, de acuerdo con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
“Nosotros en nuestros cálculos consideramos que el costo de reconversión si desaparecemos estas configuraciones de hoy a mañana tendríamos que ingresar a trabajar 51 mil tractocamiones y lo que eso conlleva”, dijo Tomás martínez, director de normativiad en la asociación.
En el marco del Ciclo de Conferencia de Seguridad Vial, en Expo Cesvi, el directivo explicó que además se tendría que invertir en semirremolques nuevos, los dollys quedaría inservibles, además de que desaparecería el tranporte góndola utilizado para vehículos nuevos.
Los anterior fue expuesto en una mesa sobre los doble remolque, donde además de Martínez participaron Patricia Viscaya, director jurídica y de normatividad de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), Juan Botis, director de vehículos en México de Grupo Bimbo, y Miguel Guzmán, director de seguridad vial en Cesvi México.
Los especialistas coincidieron en que el uso del doble remolque cuenta con altos estándares de seguridad en México, lo que incluso las puede hacer más seguras que las unidades convencionales.
En tanto que la directiva de la ANTP expresó que una medida que prohibiera los llamados fulles incrementaría en 22% al flujo vehicular en carreteras federales, además de que las víctimas en accidentes viales aumentaría en 33%, adicional a los problemas de mayores emisiones de CO2 y un impacto en los precios para los consumidores finales.