ELIA CHEMA/ JUAN CARLOS GUZMÁN
Don Ramón Medrano González, transportista desde los años 40 y emprendedor nato originario de Aguascalientes, fue la inspiración para su nieto Ramón Medrano Ibarra, recientemente nombrado presidente nacional de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR).
Existen ocasiones en las que se heredan valores y maneras que permiten a las personas transitar de la mejor manera las sinuosas carreteras de la vida.
Tal es el caso de Medrano Ibarra y su padre Ramón Medrano Medina, quienes a inicios de los años 80 tuvieron a bien emprender, con un solo vehículo, un pequeño negocio para transportar fresas congeladas, marcando así el inicio de una empresa que hoy en día es un referente del autotransporte de carga mexicano: Frío Express.
De esta manera comenzó la historia de quien hoy ostenta el cargo de presidente de la CANACAR, el número 12 en más de tres décadas de existencia de la agrupación.
Quien hoy tiene el reto de representar los intereses del autotransporte recibe la estafeta de una agrupación sólida y a través de una transición tersa, pero sabe que el trecho es largo y muchas las problemáticas a resolver.
Tareas importantes
Ramón Medrano tiene claro que el transporte tiene desafíos pendientes y en su agenda destacan los que tienen que ver con impulsar a los pequeños y medianos empresarios transportistas, combatir el problema de inseguridad que aún está lejos de ser erradicado, entablar el diálogo con autoridades, impulsar los programas de renovación del parque vehicular y la falta de operadores, un obstáculo que merma al sector en México y el mundo.
“Quiero que mi gestión se distinga por la dignificación del trabajo y la invitación de los pequeños y medianos a unirse a nosotros”, destaca en entrevista con Alianza Flotillera, apenas unos días después de haber tomado protesta como presidente de la agrupación.
Cabe mencionar que él mismo define el día de su nombramiento como uno de los mejores momentos de su extensa carrera en el transporte, sumándose a este, otros gratos recuerdos que tienen que ver con otros cambios de estafeta: cuando sucedió a su padre como capitán de Frío Express y cuándo él cedió el mando a su hijo Ramón Medrano Muñoz.
Si bien haber estado al frente de una empresa exitosa, no necesariamente significa que las cosas se darán como magia en la agrupación que ahora comanda, pero sí puede ser un indicativo de los valores bajo los que se regirá.
Los valores como guía
En este sentido Medrano Ibarra destaca los principios que lo guiaron como empresario y ahora lo harán en su nueva encomienda, mismos que van desde los valores de vida que le fueron inculcados en su núcleo familiar, hasta el énfasis en el trabajo, el orden económico, la transparencia y la cultura del ejemplo.
“Encuentro similitud en que, en mi papel como presidente del consejo de administración de la empresa, tenía que defender los intereses de mis accionistas, y pues aquí tengo que defender los intereses de todos los transportistas”, señala.
Pero más allá de las similitudes que pueda haber entre el papel del empresario y el presidente de una cámara, Medrano avanza con firmeza sobre el camino que han trazado los 11 dirigentes que portaron los zapatos que hoy se mira cada mañana cuando los ata.
Señala que hoy recibe una cámara con una sólida presencia a nivel nacional, que a lo largo de los años ha sabido adaptarse a los cambios y transformaciones que ha tenido México, una senda que espera continuar con trabajo en equipo y la amplia participación de cada una de las delegaciones.
Presidente de tiempo completo
“Tengo el tiempo y la disposición. Este es mi único trabajo, ya no tengo otro, entonces le estoy entrando con todas las ganas”, afirma en entrevista realizada en Ciudad de México.
Y es que el nuevo presidente de la CANACAR sabe que el tiempo apremia y las tareas han comenzado a marchar con velocidad y ritmo constante.
Sus primeros días han transcurrido con la construcción de comisiones y comités al interior de la organización, presencia en foros de especialistas y reuniones con legisladores, siendo esto último un aspecto en el que ha puesto especial énfasis desde que realizó giras de trabajo aún como candidato de unidad.
“Somos un eslabón muy importante de la cadena de suministro en este país y estamos para tener interlocución con los diferentes niveles de gobierno para ser escuchados”, afirma.
Siete líneas de acción
Cabe mencionar que desde su candidatura, Medrano ha destacado siete líneas de acción para su gestión: relación con los poderes públicos, modernización del parque vehicular, promover la formalidad, formación de operadores, seguridad, infraestructura y fortalecimiento de la cámara.
En este sentido, destaca que el cumplimiento de estas tareas estará basado en tener líderes de proyecto para abordar cada problemática desde todas las aristas posibles, ya que es un convencido de que cada objetivo es multifactorial y sólo tiene resolución al abordarlo con diferentes campos de acción y con rendición de cuentas.
De tal suerte que la evidencia dicta que el trabajo al interior de la cámara es arduo y deja poco margen de error en un sector que aporta más del 3% del PIB del país y del que dependen las exportaciones nacionales, por lo que los motores y motivaciones de quien asume un reto de este calado deben estar a tope.
Sobre esto, Medrano comenta que es una persona exigente consigo misma y que le gusta confiar en la gente, sobre todo en los jóvenes a los que les puede transmitir algo de la experiencia adquirida.
Abunda en que es un hombre que está agradecido con la vida, el país y el sector, por lo que con este cargo espera regresar algo de lo que ha recibido: “Le debo todo al autotransporte, y me pregunto por qué no regresar un poquito de lo que hemos recibido, dejar algo bueno después de nuestra gestión y poder decir que tenemos un transporte más profesional, más organizado y formal”.
“Trabajaremos por y para los conductores que son lo más valioso que como sector tenemos”.