En términos generales el precio es una cuestión importante, por lo que no debe pasar por alto las siguientes preguntas, especialmente si el objetivo de la compra es el de mejorar la productividad.
1. ¿Es el alcance de lectura del escáner adecuado para la aplicación? Normalmente, los usuarios utilizan el lector a una distancia de entre 20 y 30 cm del código de barras. ¿Permite leer a esa distancia el escáner que está considerando adquirir? ¿Es necesario que el usuario vea la línea de escaneo en el código de barras?
2. ¿Es el intervalo de resolución del lector adecuado para la aplicación? El escáner debe leer los códigos con comodidad.
3. ¿Lee el escáner todos los tipos y calidades posibles de código que aparecerán con la aplicación?
4. ¿Tiene el escáner un uso práctico y sencillo? ¿Puede recogerse y colocarse con facilidad? ¿Son adecuados el plano de lectura y la zona para la posición del operador y la situación de los artículos codificados? Si el lector tiene activador, ¿es fácil de utilizar?
5. Si se necesita una distancia de lectura mayor, ¿tiene el escáner la suficiente profundidad de campo para los códigos reales?
6. ¿Lee el escáner todos los códigos con facilidad o tarda bastante tiempo? Una buena prueba consiste en verificar el tiempo que emplea en leer 10 ó 20 códigos reales en vez de probar sólo una muestra.
7. ¿Está el lector preparado para el entorno? Es decir, ¿ha valorado la robustez, el estilo, la solidez y longitud del cable, la impermeabilidad frente al agua, el polvo y la vibración, la luz ambiente, la temperatura, entre otros factores?
8. Compruebe el cumplimiento de los requisitos más obvios, como el tipo de simbología y las necesidades de formato de datos.
9. ¿Tienen los cables del lector problemas de desempeño o de seguridad? Los lectores inalámbricos con Bluetooth® resuelven estos problemas.
En la mayoría de los casos aunque las compañías han construido infinidad de aplicaciones definidas por departamentos o procesos (por ejemplo WMS para manejar el almacén) estas soluciones entregan mejoras significativas para las áreas específicas para lo que fueron diseñadas, pero no para fusionar a la cadena de suministro entera.
El mercado rápidamente cambia y crea una demanda más grande para fabricantes, y así ser más ágil y flexible al satisfacer sus necesidades, además de colocar mayor presión al manejar las cadenas de suministro.
Ganar el 20 por ciento más de productividad en áreas que se han automatizado puede ser real, pero ahora imaginemos esas mismas ganancias a través de cada función. Poner en funcionamiento una automatización completa agiliza los procesos para afrontar los retos a los que se exponen las empresas día con día. La información exacta y en tiempo real hace eficiente la comunicación entre fabricantes, distribuidores y consumidores; además de reducir errores en órdenes de compra, embarques e inventarios.
Cabe resaltar que cada empresa requiere toma de decisiones distintas y de acuerdo a sus necesidades. La inversión para automatizar un almacén es siempre variable y requiere contar con el respaldo de una compañía tecnológica con amplia experiencia para asegurar el éxito.