Después de 10 años de haber entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los gobiernos de México y Estados Unidos formalizaron un Acuerdo en Materia de Certificación de Seguridad para empresas de autotransporte de carga, con base en los más estrictos estándares de seguridad, al cumplir con las normas de cada país.
Desde 1995, los camiones que transportan mercancías entre ambos países debían pasar libremente la frontera, cumpliendo una serie de requisitos en el TLCAN, sin embargo, el gobierno estadounidense presionado por el sindicato de camioneros (Teamters) se opuso con acciones discriminatorias y discresionales, al exigir, por ejemplo, a los transportistas mexicanos hablar inglés y solicitar la inspección de sus instalaciones, entre otras medidas.
Sin duda, en este periodo se ha mantenido cerrado el paso a los transportistas de México a Estados Unidos más por cuestiones políticas, que legales.
Así pues, la puesta en marcha de este Acuerdo consiste en abrir las fronteras de Estados Unidos al transporte de carga mexicano por un lapso de 60 días, para ser evaluados y después el gobierno mexicano abrirá las puertas a los estadounidenses por el mismo periodo.
Con esta medida se pondría fin a la violación en que ha incurrido el gobierno estadounidense al no permitir el libre paso a camiones mexicanos.
Una de las solicitudes que están haciendo las autoridades estadounidenses es que a la industria de mensajería y paquetería del vecino país se le fijen las mismas condiciones que las que hoy tienen las firmas mexicanas.
El programa arrancará con el permiso para un cierto número de empresas o de placas, hasta lograr una apertura total, conforme con varias etapas establecidas. Este Acuerdo inicia con la revisión de camiones de la empresa regiomontana Transportes Olympic.
Mary Peters, secretaria de Transportes de Estados Unidos, comentó que con la puesta en marcha de este Acuerdo se da un primer paso para concretar un acuerdo definitivo y que los camiones de ambos países circulen en territorio de su socio comercial.
Al respecto, la funcionaria estadounidense aclaró: “Antes de que este paso sea una realidad, debemos asegurarnos de que los vehículos y los conductores cumplan con los parámetros de seguridad, de la normatividad de Estados Unidos”.
En el tema del transporte trasfronterizo es necesario que en estas negociaciones que se realizan entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y autoridades estadunidenses, se tomen en cuenta los puntos de vista de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) así como de otros sectores afectadas por el cierre de fronteras.
Es de esperar que la administración de Felipe Calderón logre hacer que el gobierno estadounidense cumpla con el dictamen que ganó México a principios de 2001. Y, al mismo tiempo, que este Acuerdo no quede solamente en buenos propósitos sino que cumpla con las expectativas de los transportistas mexicanos.