La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha concedido una reunión de trabajo para que organizaciones de la sociedad civil mexicanas aborden el tema del derecho humano a un medio ambiente sano, particularmente temas como la calidad del aire y el acceso al agua, entre otros.
Veinte organizaciones de la sociedad civil, entre ellos el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), expondrán ante los integrantes de la CIDH que en México la política ambiental es equivocada desde el punto de vista técnico, ya que no está armonizada con otras políticas sociales o bien no es cumplida, lo cual atenta contra los derechos humanos.
El CEMDA trabajó para la inclusión de tres temas prioritarios de su agenda de trabajo: calidad del aire, derecho al agua y acceso a la justicia.
Respecto a la calidad del aire, el CEMDA establece que en México existe una deficiente capacidad por parte del Estado mexicano de fiscalizar, actualizar, publicar y cumplir con las normas ambientales en la materia.
Si bien en la última década se han producido acciones para mejorar la calidad de aire en México, ésta sigue siendo calificada entre regular y mala la mayor parte del año, lo cual amenaza la salud de la población. Por ejemplo, en la Ciudad de México, en el año 2009 se tuvo mala calidad del aire durante 170 días, mientras que en la ciudad de Guadalajara, Jalisco más del 70 por ciento de los días hubo mala calidad del aire, presentándose algunos episodios de contaminación de más de 200 y 250 puntos IMECAS, lo que se considera como muy mala calidad del aire.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 14 mil muertes al año ocurren en México a causa de la mala calidad del aire. De esta cifra, alrededor de tres mil decesos suceden en la Ciudad de México, siendo el sector transporte uno de los principales responsables. Los vehículos que utilizan combustibles fósiles y, en especial, aquellos que queman diesel, emiten material particulado (PM10 y PM2.5), el cual es altamente dañino para la salud y está asociado con el incremento de enfermedades respiratorias, cardiacas e incluso con algunos tipos de cáncer. Por su tamaño ultrafino, estas partículas penetran directamente en nuestro sistema y pueden perforar los pulmones. La población más vulnerable a estos impactos son los niños, niñas y adolescentes, las personas con enfermedades cardio-respiratorias y los adultos mayores.
Una de las principales fuentes de partículas contaminantes es el diesel con alto contenido de azufre, el cual es utilizado por la mayoría de los vehículos de carga en México. La norma NOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-2005 obliga a Petróleos Mexicanos (PEMEX) a distribuir diesel de Ultra Bajo Azufre (UBA) desde febrero de 2009 en todo el territorio, y se le han asignado a la paraestatal los recursos solicitados para dar cumplimiento a esta norma. Sin embargo, Pemex no ha cumplido a la fecha con esta normatividad, ocasionando una mayor emisión de partículas suspendidas dañinas para la salud.
Aunado a ello, la actualización de la normatividad en México en materia de emisión de contaminantes para vehículos nuevos se encuentra retrasada con respecto a los mejores estándares internacionales en aproximadamente 15 años.
En nuestro país no se han actualizado las normas oficiales mexicanas NOM-042-SEMARNAT-2003 y de la NOM-044-SEMARNAT-2006, que establecen límites de emisión de hidrocarburos totales o no metano, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, para vehículos ligeros y pesados, respectivamente.
Asimismo, no existe un cumplimiento cabal de las normas que controlan la emisión de partículas provenientes de vehículos en circulación, y aún con el Programa de Verificación en la Ciudad de México, circulan autos que violan los límites establecidos en las normas correspondientes.