El complejo problema de la circulación del transporte de carga en el Distrito Federal, ha sido motivo de diversos estudios y de la creación de comités, subcomités y demás entes burocráticos para buscar soluciones. Por ejemplo, en enero de 2005, se estableció un “Comité Técnico Bipartito” entre miembros del sector privado y del sector público (federal y local) para analizar operativa y documentalmente las alternativas para resolver esta situación. Hasta la fecha no ha habido resultado alguno.
La Ciudad de México registra cerca de 400 mil viajes de carga durante horas pico por vehículos superiores a las tres toneladas de peso, o también, camiones de 22, 26 o 30 llantas, de cerca de 60 toneladas de peso circulando por vialidades primarias como Periférico, Viaducto, Zaragoza y Eje 8.
Este ingreso de unidades pesadas ocasiona que se saturen vialidades importantes de la capital, por eso, la Secretaría de Transporte y Vialidad de la Ciudad de México (Setravi) de acuerdo al estudio elaborado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, prevé poner en marcha horarios de descarga o de tránsito para este tipo de unidades.
Al respecto, Tirso Martínez, presidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) comentó que las propuestas de la UNAM y de la Setravi serán poco prácticos, si no participan directamente los transportistas en la solución del problema.
El argumento de Martínez parte del hecho de que es difícil cumplir con esta iniciativa porque cada productor y transportista, tiene diferentes rutas, itinerarios y productos, además de que los malos manejos de inventarios de las empresas propician un inadecuado flujo de unidades.
Además de estos inconvenientes, deben tomarse en cuenta dos problemas más: la Ciudad de México no cuenta con suficientes vialidades para establecer una correcta distribución del transporte pesado. A diferencia de ciudades como Aguascalientes y Guadalajara que tienen rutas específicas para este tipo de transporte.
En este sentido, es urgente la creación de circuitos idóneos y una alternativa para eficientar el flujo vehicular, entre ellas acelerar la construcción de la vía alterna como el Arco Norte.
Asimismo, el problema de la inseguridad requiere de acciones coordinadas entre la Policía Federal Preventiva (PFP), la Procuraduría General de la República y la de Justicia del Distrito Federal para realizar operativos efectivos que garanticen a los transportistas llegar a la Ciudad de México sin ningún riesgo de ser asaltados.
De igual forma, el nuevo secretario de Transporte y Vialidad del DF, Armando Quintero, tiene una oportunidad política importante para, por fin, poner orden en este añejo problema.