Rigoberto García Ochoa, investigador del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), señaló que el conflicto armado entre Rusia y Ucrania ha desbalanceado los mercados internacionales e impactado en el precio de los combustibles, provocado un aumento en los precios, especialmente en los productos petrolíferos, como lo son las gasolinas.
Lo anterior, dijo, ha provocado que el barril, de dicho producto, se cotice por encima de los 100 dólares.
Enfatizó que, de manera histórica, la geopolítica del petróleo ha sido un factor clave en todas las guerras que ocurrieron durante la segunda mitad del siglo XX y que en esta ocasión no es diferente.
Recordó que Rusia es el principal exportador de gas y petróleo a Europa y que, en caso de cortar el suministro, tiene la opción de ser el proveedor de China, que demanda cada vez más energía para sus actividades económicas.
De acuerdo con García Ochoa, al vivir en un mundo globalizado, ya se pueden observar aumentos en el costo de los combustibles, tanto en México como en Estados Unidos, sin embargo, enfatizó que el gobierno de México ha decidido no cobrar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) lo que ha generado que el aumento de la gasolina no se dispare como en el país vecino.
Sin embargo, mencionó que personas que residen en Estados Unidos han optado por cruzar la frontera y comprar gasolina en México, por lo que señala que el cobro del IEPS es algo que debería discutirse, dado que esta coyuntura podría beneficiar los ingresos públicos e invertir en proyectos que beneficien a la sociedad.
Para el especialista, dependiendo de cómo se desarrolle el conflicto bélico, se podría observar un cambio de paradigma energético; acelerar la transición hacia otros modelos de generación de energía, que no dependen del petróleo, lo que podría ser un impulso a las energías renovables o incluso la energía nuclear.
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