El autotransporte de carga es un pilar de las economías globales y un servicio esencial para la sociedad, ya que la mayoría de los bienes que utilizamos a diario es transportado por este medio. Tan solo en México contribuye con el 3.3% de Producto interno Bruto (PIB) nacional y el transporte del 56% de las mercancías, de acuerdo con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR).
Sin embargo, estos beneficios tienen un costo ambiental que se refleja en consecuencias para la salud de las personas, ya que los combustibles fósiles como los que hasta ahora utiliza el transporte, en forma de diésel o gasolina, permite que su combustión incompleta libere tóxicos como óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, bióxido de azufre y partículas finas PM2.5.
A esto se suman los denominados gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático y de sus consecuencias: cambios inusuales de temperatura, sequías y alteraciones nunca antes vistas en los ecosistemas, sólo por mencionar algunas.
De acuerdo con el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), el transporte es el segundo sector que más contribuye con emisiones de gases del efecto invernadero, con un crecimiento de 1.9% al año. En este sentido, el transporte terrestre de carga contribuye con el 29.4% de las emisiones.
Es por ello que no se puede concebir un futuro sin que autotransporte de carga ponga un enfoque especial en reducir las emisiones en sus importantes tareas diarias, con opciones como el gas natural en sus distintas variaciones, la electrificación y hasta el hidrógeno.
Dado el contexto actual, y pese a sus actuales limitaciones, la opción que ha generado un mayor entusiasmo entre el sector público y privado es la electrificación, que con todo y sus retos y limitaciones se apresta a formar un futuro eléctrico.
En este sentido una de las empresas que fungen como punta de lanza en este tema es Daimler Truck, pionera en el desarrollo de vehículos y soluciones integrales que en poco tiempo han hecho de la movilidad eléctrica una solución real de transporte limpio.
“Como industria, estamos bien encaminados hacia nuestro futuro CO₂ neutral que nos beneficiará a todos: flotas, conductores y el público por igual”, señaló recientemente Daimler Trucks North America, que tiene en su división denominada eMobility una de sus principales estrategias para dar paso a la electrificación.
Pero más allá de las promesas, las iniciativas de Daimler Truck en la región apuntan a la práctico, ya que apenas a finales del año pasado la firma Freightliner alcanzó el millón de millas (alrededor de 1.6 millones de kilómetros) de uso de vehículos eléctricos en el mundo real tanto en Estados Unidos como en Canadá.
Todo ello, de acuerdo con Daimler Truck North America, con sus dos vehículos emblema en el segmento de carga, el eCascadia y el eM2, dos vehículos eléctricos de batería que han estado a prueba con firmas líderes del sector como Ryder, Penske Truck Leasing, Knight-Swift, UPS, Costco Wholesalers y Schneider, sólo por mencionar algunas.
Ya que la electrificación del transporte va más allá del vehículo, Daimler Truck también ha expandido sus horizontes hacia la infraestructura de carga, uno de los principales retos en el segmento, siendo parte de una empresa denominada JV, enfocada en desarrollar una red de carga de alto rendimiento en el país del norte.
Aunado a esto, en abril del año pasado Daimler y Portland General Electric inauguraron un sitio de recarga de vehículos eléctricos pesados, mismo que fue llamado “Electric Island” y se encuentra ubicado frente a las instalaciones de Daimler Truck North America en Portland. Cuenta con ocho estaciones de recarga para automóviles, autobuses, furgonetas y semirremolques eléctricos, con lo que la empresa impulsa y continúa estudiando el desempeño de esta tecnología.
Acciones como estas han derivado en un creciente entusiasmo por adquirir e implementar este tipo de vehículos en las operaciones diarias de los transportistas, ya que a la fecha se tienen pedidos confirmados y a la espera de desarrollarse y entregarse de forma masiva tan pronto como este año.
Dichas acciones concretas en cuanto a este tipo de motorización, dejan de manifiesto que para Freightliner el futuro próximo es eléctrico, mismo para el que la empresa se encuentra preparada con kilómetros de aprendizaje y vehículos desarrollados en la región, factores que harán que la transición en México pueda ser tersa.
En este sentido, en nuestro país comienzan a darse los primeros pasos en cuanto la adopción de vehículos eléctricos, principalmente en el segmento de repartos de cortas distancia y de última milla. Y, aunque el camino aún es largo, Freightliner ya se apunta experiencia en un modelo de negocio que revolucionará la industria.
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